Restauradora de Bienes Culturales, procedente de Caracas y, profesionalmente hablando, española de origen. Con 29 años de experiencia en Caracas, Madrid, Miami y Londres, se estableció en Vigo por razones familiares, sentimentales y por sus tesoros. Caracas fue su etapa de formación y experiencia en Arte Latinoamericano e Internacional en el emblemático Taller de Restauración de la Galería Obeso de Las Mercedes, en la capital.
Al lado de Roberto Obeso Cano, su propietario madrileño y descendiente heredero de José Cano, fundador de la Casa Cano de Marcos en la capital española desde 1906, que sirvió al Museo del Prado, actualmente legado del PEA (Patrimonio Español Artístico). Obras de José Otero Abeledo "Laxeiro" y de Luis Seoane reposaron en sus manos en la capital venezolana.
En Madrid, montó Restauro Palacios, un taller ubicado en la Calle Villanueva 42 del Barrio de Salamanca, sirviendo a coleccionistas privados y al Taller de Lola Laorden en Chamartín, donde fue responsable de la obra de caballete y porcelana, y con quien estableció una gran amistad, tanto con ella como con su equipo de restauradores, que ya no están. Allí permaneció una década.
Para la Casa de Subastas Odalys, que ya conocía en la capital de Venezuela, durante la celebración de su primera subasta en el madrileño Hotel Palace, ejerció de consignataria restauradora, además de responsable de la conservación en traslado y enmarcación para Auction 156/2007. En uno de sus viajes a París, trajo una obra de Vik Muniz: una fotografía de María Callas con diamantes de Tiffany y la restauración del Conde Duque de Equipo Crónica.
En Miami, trabajó para la Galería Sol en Miami Beach con Edgard y Karen Pazos, quienes hicieron cálida su estancia en EE. UU., compartiendo cenas en Biscayne Key y alimentándose igualmente de arte. En Londres, trabajó para la empresa privada BFW Ltd, donde conoció al grupo Chispa (Conservadores Hispanoparlantes) de Víctor Borges de V&Museo, del cual sigue formando parte.
Ahora en Vigo, en días recientes se ha instalado en su taller de la Calle Carral. Huye de la pereza intelectual y le gusta buscar la verdad en la apertura de lo nuevo. Su deseo de independencia, que le ha hecho caminar por el mundo desde muy joven, a veces es diáfano y rebelde, otras un poco misterioso. Cree en el sol como fuente de vida y, al igual que Robert T. Browne, sostiene que el poder de crear implica una presciencia, o lo que es lo mismo, creer en los acontecimientos que aún no ocurren, pero están por venir.
En la ciudad del olivo, en 2024, disfrutó en la EMAO y de las enseñanzas del maestro Miguel Vázquez, quien la adentró en los placeres de la cerámica artística. A veces, como diría la poeta Elvira Sastre, se le puede ver llegar disfrazada de pájaro, árbol y viento. No hace mucho estuvo en O Rosal, en O Picón y O Folón para pintar los molinos. Un lujo.
Desde el 1 de octubre, en la Calle Carral número 6, bajo de Vigo, en su taller de restauración.