En las actuales circunstancias, parte de las 300 orquestas gallegas están heridas de muerte. Tan sólo de Pontevedra, de entre esas, hay 80. Los 5.000 trabajadores directos de este sector, el 60% son pontevedreses. En total el sector representa a 12.000 familias. Los Ertes están a la orden del día y de las 300 orquestas-empresas quedan en pie 50 con una media de 20 trabajadores, según Víctor Antón de Gaiás Eventos Musicales SL –a la que están asociadas el 80% de las orquestas- y gerente de la Orquesta Marbella.
La pandemia
ha cogido a las orquestas a unos días de contratar a su personal y muchas tras
haber hecho su inversión para la nueva temporada. Estas empresas trabajan,
fundamentalmente, de junio a septiembre. La temporada de invierno no existe
para ellas.
De momento la Administración gallega ha comunicado cierto compromiso verbal de ayuda, pendiente de que acabe el Estado de Alarma y puedan ejercer sus competencias.
Los gerentes
presuponen que van a ser los últimos en normalizar su actividad y quizá con
aforos limitados porque, como nos dice uno de los empresarios, no se imaginan a
la gente en una verbena con mascarillas.
Diario Luso-Galaico entrevistó además a los gerentes de dos importantes orquestas, como son París de Noia y Panorama. Sus dirigentes confirmaron que todos sus miembros y familias hasta estos momentos se encontraban bien, sin problemas de salud por la pandemia.
Pero, ¿qué hacen estos días las orquestas gallegas? José Antonio Blas, director-gerente de París de Noia, explica que “procuramos mantenernos en contacto con nuestros fans y seguidores a través de las redes sociales”. Graban vídeos, temas desde casa e incluso colaboraciones con otros artistas. Lito Garrido, gerente y cantante de la orquesta Panorama, concreta que hasta ha cantado en centros de la tercera edad y en dos bodas de oro…
“Ensaiamos dúas veces por semana todos os membros da orquestra”, añade.
Aquel ‘no es
momento de hablar de cultura; lo importante es la salud’ del ministro español no
sentó nada bien en las industrias culturales y menos mal que se percibió poco
después una rectificación, aprecia Garrido. Lito señala que ahora presionan
para que cuanto antes se vuelva a la normalidad. Para Blas de París de Noia:
“De alguna manera la Administración debería de ayudarnos. Aún no sabemos cómo.
Tenemos que sentarnos a hablar con ellos”.
Ambos directivos insisten en que no solo son las orquestas las perjudicadas sino todo el entorno de la fiesta desde los feriantes hasta los restaurantes y hoteles. Todos pierden. Muchos puestos de trabajo indirectos están ahora en juego.
Pero hay esperanza. París de Noia explica que “no tenemos todo cancelado. Vamos paso a paso. Conforme transcurren los días vamos cancelando la programación prevista. Todo lo de marzo lo cancelamos. En abril y mayo, supongo que pasará lo mismo”.
Por su parte, Panorama no da tampoco por perdida la temporada 2020. “Nós non queremos dicilo aínda. Canto máis tempo pasa, máis complicado o vemos. Ademais pola gran cantidade de xente que congregamos…nos nosos espectáculos”.
Blas lanza
que “esperamos que aún podamos disfrutar del verano”. Para Garrido “existe a
esperanza de que pode ser tarde, aínda que sexa un pouquiño tarde”.
Los gallegos
somos ‘festeiros’ y al final este divertimento musical es un bien esencial en
nuestra cultura y para nuestra salud psíquica.