La catedral de Tui fue el escenario de la ordenación episcopal del nuevo obispo de la diócesis, Monseñor Antonio Valín. La ceremonia fue dirigida por el Arzobispo de Santiago de Compostela, Monseñor Francisco José Prieto, y contó con una notable concurrencia. Entre los asistentes se encontraban cardenales, obispos, diversas autoridades civiles y militares, así como numerosos fieles de las diócesis de Tui-Vigo y Mondoñedo-Ferrol.
Una Procesión de Unidad
La recepción del nuevo obispo comenzó con su salida del Seminario Menor "San Paio", acompañado del nuncio, Monseñor Bernardito Auza Cleopas, y miembros del Colegio de Consultores de la diócesis de Tui-Vigo. La procesión recorrió el Paseo de la Corredera hasta la antigua puerta de las murallas, la Porta Pía, donde fue recibido por los miembros de la corporación municipal de la ciudad. Luego, ascendió a la catedral por la Plaza de San Fernando, donde fue recibido por el deán, quien le dio a besar el Lignum Crucis (una reliquia de la Vera Cruz). Antes de revestirse en la sacristía, el obispo electo roció agua bendita sobre la congregación y oró unos instantes ante el Santísimo y la imagen de San Telmo.
Un Llamado a la Misión Compartida
Con solemne trompetería, el coro y la orquesta marcaron el inicio de la procesión de entrada de la ceremonia de ordenación. Monseñor Luis Quinteiro, ahora obispo emérito de esta diócesis, expresó en sus palabras de apertura que la persona y el ministerio de Don Antonio "son para nosotros la señal de la predilección de Dios. El Señor nos hablará a través de sus palabras, de sus gestos y de todo su ministerio episcopal". Además, agradeció infinitamente la ayuda recibida durante su episcopado y la fidelidad al Evangelio, subrayando que "con todos vosotros y en comunión con el nuevo pastor, Don Antonio, seguiremos juntos en el servicio gozoso del Pueblo de Dios que da vida y aliento a esta diócesis de Tui-Vigo".
Acompañado por 18 prelados de España y Portugal, hermanos en el episcopado, ejerció como obispo consagrante principal el Arzobispo de Santiago, Monseñor Francisco José Prieto, quien en su homilía expresó que "somos llamados, vocacionados, a caminar juntos, guiados por el Espíritu". Así, compartió un deseo a modo de empeño pastoral: "procuremos dejar atrás los refugios de las rutinas que nos acomodan o los fundamentalismos de cualquier signo que nos atrincheran y ciegan. No cedamos, no demos espacio al momento de las quejas o los resentimientos, sino más bien, a preguntarnos si estamos dispuestos a mirar el futuro a la luz del Evangelio". En esta línea, insistió en que "tenemos una tarea común con la sociedad en la que habitamos: construir juntos espacios de convivencia y humanidad".
Un Compromiso con la Caridad y la Esperanza
El rito principal de la ordenación y toda la celebración fueron seguidos con respetuoso silencio y atención por los fieles distribuidos en el claustro y las tres naves de la catedral, lugares donde se instalaron pantallas con sonido para seguir devotamente la celebración.
Antes de concluir la celebración, Monseñor Antonio Valín, ya obispo de Tui-Vigo, expresó que "solo la urgencia de la caridad es la que crea la civilización del amor, la que nos hace vivir en la alegría, recuperar la esperanza y hacernos crecer en la ilusión. Necesito que soñéis conmigo de este modo, necesito a todos y todas en este empeño, y que nunca nos cansemos de soñar. Así haremos mejor camino juntos, apoyándonos, alentándonos". También, agradeció la asistencia de todos los presentes - autoridades civiles, militares y eclesiásticas, medios de comunicación, así como fieles de las diócesis tudense y mindoniense -, que "habla de comunión, de fraternidad, de ilusión. Viendo esto, ya me siento en casa, en familia", subrayó el prelado.
Así, tras administrar la bendición, el nuevo obispo saludó a los fieles personalmente. Varios grupos de sacerdotes, fieles y autoridades de Mondoñedo-Ferrol - de donde procede el nuevo obispo - se hicieron notoriamente presentes en el acto.
Una Celebración de Fe y Comunidad
Cabe destacar, además de la numerosa asistencia, la activa participación litúrgica de todos, que contribuyó también a la belleza artística de la celebración, solemnizada por un centenar de personas, del coro y orquesta, formados por la Coral de
de San Telmo, el Coro Stella de Panxón, Ensemble Vocal «Ángel Barja», el Coro Infantil da Agrupación Musical do Rosal y otros voluntarios, dirigidos por el prefecto de Música de la catedral, Daniel Goberna.
La ceremonia, a la que acudieron representantes y profesionales de diez medios de comunicación, fue retransmitida en directo por TRECE TV, Radio María y el canal de YouTube de la diócesis de Tui-Vigo.
