Galicia registró un 2022 extremadamente cálido y seco pese a las precipitaciones de los últimos dos meses del año, según el avance del balance climatológico anual elaborado por Meteogalicia.
Durante la presentación del informe, la conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, dijo que la temperatura media fue de 14,9 grados, un valor considerado como extremadamente cálido y registrándose, además, una anomalía positiva de 1,4 grados con respeto a los valores esperados. “Tenemos que remontarnos al año 1961 para hablar de temperaturas tan altas como las que tuvimos en 2022”, incidió la conselleira.
De este modo, hubo meses extremadamente cálidos como mayo y julio. En este último mes se produjo una onda de calor histórico superando los termómetros los 40º en muchos puntos de la comunidad. Y, además, el día 14 de julio vivimos un evento llamado Sistema Convectivo de Mesoescala, que generó un área tormentosa del tamaño de Galicia que dejó más de 6.000 rayos en 4 horas.
En lo que respecta a las precipitaciones, el volumen de lluvias fue menor del esperado por lo que 2022 debe considerarse, en general, un año seco. La precipitación media en la comunidad fue de 1.201 litros por metro cuadrado, lo que supone, según subrayó Ángeles Vázquez, “un 7% menos de lo que cabría esperar”.
Con todo, hace falta destacar que 2022 presentó notables contrastes entre unos meses y otros, combinando períodos muy húmedos con otros muy secos. La conselleira explicó que entre estos últimos están enero, febrero -solo registró una jornada lluviosa en la que se acumuló la mitad de las precipitaciones inscritas a lo largo de todo el mes-, julio o agosto.
Por otra parte, fueron húmedos marzo, junio - llovió un 78% más del normal para este mes-, y sobre todo, el último trimestre del año, destacando, de manera especial, noviembre y diciembre. En el primero caso, llegaron a acumularse 255 l/m2 -un 50% por encima del normal para ese mes- mientras que en diciembre se recogieron 293 l/m2 -un 59% más de lo habitual-.
Para concluir la conselleira subrayó que, a pesar de que 2022 fue un ejercicio seco en general, se registró un final de año muy húmedo, que ayudó a solucionar la situación de sequía que afectó a Galicia.