Después de tres años consecutivos en los que los meses de septiembre, octubre y noviembre estuvieron marcados en Galicia por la sequía, las lluvias volvieron con fuerza este otoño a la comunidad. Segundo el último informe climatológico elaborado por MeteoGalicia, la estación fue cálida en cuanto a las temperaturas y muy húmeda en lo que respecta a las precipitaciones, hasta el punto de que llovió un 44% más de lo habitual en comparación con el período de referencia 1981-2010
Estas fueron las principales características de un otoño que, sin embargo, presentó comportamientos muy diferenciados entre los distintos meses. Así, mientras septiembre registró en general temperaturas cálidas para esta época del año, octubre y sobre todo noviembre presentaron valores más próximos a lo que podría considerarse normal. En todo caso y teniendo en cuenta la estación en su conjunto, el otoño fue cálido en Galicia, con una temperatura media obtenida a partir de las estaciones meteorológicas más representativas de 14,7 grados, es decir, 0,24 grados más de lo esperado.
Los valores más extremos de este período se concentraron en la montaña ourensana, destacando los 7 grados de temperatura media de Cabeza de Manzaneda, y en las zonas costeras de A Coruña y de Pontevedra, donde llegaron a superarse los 16 grados.
En todo caso, lo más significativo del otoño climatológico en Galicia fueron las precipitaciones. Así, después de tres años consecutivos en los que la palabra seca estuvo invariablemente ligada a esta estación, el período comprendido entre septiembre y noviembre de 2019 se caracterizó por las intensas y continuas lluvias.
La precipitación media en las 16 estaciones más significativas fue de 584 litros por metro cuadrado, lo que se tradujo en una anomalía positiva del 44% con respecto a los valores normales. Estos espectaculares registros explican porque Galicia acaba de despedir el otoño más húmedo de la última década. De hecho, hay que remontarse al año 2006 –cuando llovió un 55% más del esperado- para encontrar una anomalía pluviométrica aún más relevante.
En cualquiera caso, el comportamiento de la lluvia también fue desigual en estos tres últimos meses. El período comenzó con un septiembre que se puede considerar normal en cuanto a la cantidad de agua recogido en el conjunto de la comunidad y una primera parte de octubre –aproximadamente hasta el día 11- sequía. Los frentes que alcanzaron la comunidad en la segunda mitad del mes, sin embargo, equilibraron la situación, contribuyendo a que en general octubre acabase siendo un mes normal en muchos puntos de Galicia y húmedo en algunas zonas.
Noviembre fue, en todo caso, el que marcó la diferencia, con precipitaciones mucho más frecuentes y abundantes de lo normal en un mes ya caracterizado habitualmente por su alta pluviosidad, lo que hace que los valores registrados sean aún más relevantes. Las anomalías pluviométricas para este período se situaron un 104% por encima de lo normal en comparación con el período de referencia, y en algunos puntos de la comunidad, de hecho, llegaron a registrarse hasta 30 días de lluvia consecutivos.
En cuanto a la distribución zonal, los valores más altos de agua acumulado se concentraron el pasado otoño en el oeste de A Coruña y en la provincia de Pontevedra, donde se llegaron a superar los 1.000 l/m2. En el extremo contrario, las cantidades de lluvia más modestas se recogieron principalmente en el interior de Ourense y en zonas del sur de Lugo, con zonas concretas en las que no se llegaron a los 200 l/m2.