Plaza de la Princesa en Vigo, con la Fuente del Angelote conmemorando el triunfo de la ciudad sobre las tropas invasoras francesas en 1809, abierta al público desde 1816. Conocida en otro tiempo como Plaza de la Pescadería por estar destinada a la venta de pescado, en la década de 1830 se construyó un Teatro y poco después, en 1840, una Alhóndiga, nombre por el que también llegó a ser conocida. Finalmente, fue dedicada a la hija primogénita de Isabel II, Princesa que le da nombre a la Plaza. Durante la Segunda República, se produjo otro cambio por la Plazoleta, pero no tardó en volver a recuperar el nombre de La Princesa.
Muchos ciudadanos vigueses recuerdan las Exposiciones al Aire Libre de Pintura, a partir de 1968, en las que se daban cita destacados expositores de la plástica de la ciudad, como los inolvidables Xavier Pousa y Francisco Mantecón. También partícipes fueron José María Barreiro, Menchu Lamas y Antón Patiño. Estas exposiciones, en las que tuvo mucho que ver Román Pereiro, nacieron de la ambición de sacar al aire libre las pinturas y generar un espacio para derribar barreras entre los artistas y la gente de la calle. Un evento en este lugar que se prolongó hasta 1975 y que dio lugar al movimiento Atlántica, que revitalizó la escena artística en Galicia.
En la actualidad, la Plaza de la Princesa es punto de encuentro todos los fines de semana para el programa Mar de Bandas, que el Ayuntamiento de Vigo organiza junto a la Federación de Bandas de Música Populares de Vigo, desde el año 1990. En la mañana del domingo pasado, la Banda Escuela de Música de Beade ofreció un concierto bajo la dirección de su director, José Rodríguez Ramos, donde el público que llenó el espacio disfrutó de las piezas musicales "Consuelo Císcar de Ferrer Ferrán"; "Luisa Fernanda" de Moreno Torroba; "Segunda suite de L'Arlésienne" de G. Bizet; "Highlights from Chess" de Ulvaeus y Andersson con arreglos de J. de Meij; y "John Williams: The Symphonic Marches".