La alegría de la reforma del Centro de Salud salvaterrense se está transformando en malestar a pesar del poco tiempo desde su inicio.
La empresa encargada -Construcciones Castro Figueiró- clausuró está semana los dos baños existentes de señoras y caballeros y obliga a pacientes y sanitarios a acudir a un pequeño baño de la planta baja a todos los necesitados. Los sanitarios creen que para un caso de estos se podrían habilitar baños en el exterior para seguir dando servicio a los sanitarios y pacientes.
Otra prueba de descuido han los radiadores de la calefacción. Fueron desmontados sin poner protectores a los enganches de los mismos. Un peligro para cualquiera que en las estrecheces de las consultas se descuide y tropiece con ellos, pudiendo lastimarse con ellos.
Dicen las fuentes consultadas que con los 442.000 euros de la obra licitada la reforma podía haber comenzado mejor.
El Sergas debería de supervisar la reforma para seguir manteniendo la calidad del servicio.