Brillante jornada en las aguas del Miño la de este sábado, en la que Tui albergó el Campeonato de España de T-850 y GT-60, bajo el patrocinio de la Secretaría Xeral para o Deporte de la Xunta de Galicia, la Diputación de Pontevedra y el Concello de la localidad miñorana, con la colaboración de la Comandancia Naval del Miño, Protección Civil y Cruz Vermella de Portugal.
Éxito sin tregua del ceutí Paco Ríos, que ganó de manera contundente las cuatro mangas del campeonato, aun cuando se podía descartar uno de los resultados, el peor de todas las pruebas, que en su caso siempre sería un primero. Esta circunstancia le valió a la salmantina Claudia Criado, que hizo un excelente campeonato, yendo en las dos primeras carreras en el tercer peldaño del cajón del podio hasta que, en la tercera prueba, el británico afincado en Málaga, Christopher Burgess, tuvo un problema mecánico que lo relegó a los últimos puestos, subiendo la castellano-leonesa al puesto plata provisional.
La cuarta y última manga fue todo un espectáculo, con un mano a mano entre el inglés y la de Salamanca, en la que Criado hizo vibrar al público con su garra en la que parecía alcanzar el barco de Burgess. Finalmente, el malacitano de adopción, aguantó el tirón y se colgó la plata, con Claudia Criado, de tercera.
El piloto vigués Keko Pereira, se tuvo que retirar en la tercera manga por problemas mecánicos, quedándose sin opciones al triunfo en esta prueba del nacional.
La entrega de premios se celebró a las 20.30 h en la explanada aledaña a la Comandancia Naval, con la presencia del alcalde de Tui, Enrique Cabaleiro; el Secretario Xeral para o Deporte de la Xunta de Galicia, José Ramón Lete; el Diputado Provincial, Roberto Álvarez; y el presidente de la Real Federación Gallega de Motonáutica, José Fernández.
Durante el transcurso del acto se rindió homenaje al piloto Francisco Pereira, directivo de la Federación en agradecimiento por su dedicación; y al joven piloto moañés, Leo Balca, quien pilotó una GT-15 entre prueba y manga, a modo de exhibición, como una de las grandes promesas de la motonáutica gallega.
La cita fue organizada por las Reales Federaciones Española y Gallega de Motonáutica, como epílogo de la disputada en Sevilla y prólogo de las de Navia, en Asturias y Riba Roja de Ebro, en Tarragona.
