El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, abogó hoy, durante la videoconferencia con el Gobierno central y con los otros presidentes autonómicos, por un modelo de desescalada basado en el mando único y con una aplicación de acuerdo a las especificidades de los distintos territorios.
“Planteé que en el Consejo de Ministros del martes se incluya una cláusula de salvaguarda territorial para que las comunidades puedan decidir con cierta flexibilidad –previa comunicación al Gobierno– la apertura de los sectores económicos de acuerdo con nuestra propia situación sanitaria y geográfica”, explicó, incidiendo en que para eso es necesario, además de un trabajo conjunto, conocer lo antes posible: todos los datos de los que dispone el Ejecutivo central, el horizonte que propone y la metodología que se pretende tanto para la apertura inicial cómo para los posibles cierres en el caso de rebrotes.
En esta línea, e insistiendo en un modelo de apertura flexible y dinámico, el titular de la Xunta aseveró que Galicia trabaja ya “de lleno” en este proceso de planificación, basándose en tres ejes: geográfico, demográfico y de sectores económicos.
En cuanto al criterio geográfico, hizo hincapié en que este no debe coincidir con divisiones administrativas. “El que parece razonable es que el criterio geográfico sea el de las áreas sanitarias”, afirmó, explicando que, a partir de ahí, la metodología gallega propone distinguir microzonas según los riesgos sean: menores, lo que puede permitir avanzar más rápido en la desescalada en ámbitos como buena parte del rural; permanentes, en zonas más vulnerables –residencias, colegios, centros de trabajo más concurridos-; y puntuales, como la detección de un brote determinado en un ayuntamiento o fábrica concreta.
Sobre el segundo eje, basado en criterios demográficos, Feijóo trasladó la necesidad de establecer tres segmentos de edad: mayores de 70 años, las personas con edades comprendidas entre los 15 y los 69, y los menores de 14 años. “Y sobre el tercer eje, el lógico es que los sectores económicos puedan abrir en función del área sanitaria donde se encuentren”, dijo. Así, en un área sanitario donde hace poco impacto epidemiológico y con una gran infraestructura sanitaria, los sectores podrán abrir antes que en aquellos lugares con un impacto epidemiológico mayor.
El presidente de la Xunta subrayó que el objetivo es llegar la una especie de escala de colores que distinguirá distintos niveles de apertura, que se establecerán con datos objetivos, actualizados de forma permanente, y en base a los cuales se decidirán las restricciones por territorios, por grupos de edad y por sectores.
“Según nuestras primera aproximaciones, creemos que el cuadro de mando del Gobierno para toda España sería mirar la situación epidemiológica, la capacidad sanitaria instalada, los factores de riesgo y el control de la inmunidad y, en base la estos riesgos, llegar a cinco niveles”, aseguró, refiriéndose a modo de ejemplo a las zonas con riesgo bajo o con una situación de relativa normalidad, en las que se podrían abrir las actividades económicas; a las zonas con un riesgo medio o con una situación de transición, donde habría actividades económicas que podrían abrir y otras que no; o a las zonas con un riesgo alto o con una situación de alerta, donde solo deberían de abrir aquellas actividades económicas esenciales, posponiendo aquellas otras no esenciales.
“Esta es la metodología que tenemos y que planteamos”, dijo, incidiendo en que la desescalada tiene que ser segura y flexible, recalcando la importancia de testamentar la población, además de advertir sobre la necesidad de que el Gobierno central tenga en cuenta no solo los nuevos contagios, sino el número de test que se realizan.
IVA
El responsable del Ejecutivo gallego reiteró la necesidad de un protocolo único de uso de mascarillas y de que se acometa una rebaja de su IVA, que sigue fijado en el 21% y se refirió también la otras propuestas ya expuestas, como la apertura de la actividad en talleres y concesionarios; la apertura paulatina de otros establecimientos comerciales, con las limitaciones de aforo o de cita previa; proseguir con la rehabilitación en edificios; así como la venta de productos agrícolas y ganaderos en los mercados municipales al aire libre.
En lo que respeta al ámbito económico, Feijóo hizo hincapié en la necesidad de conocer con que intensidad corresponden a las autonomías las ayudas europeas para poder preparar la reactivación de la economía. Del mismo modo, solicitó nuevamente la celebración del Consejo de Política Fiscal y Financiera para que el Ministerio de Hacienda pueda trabajar de manera coordinada con las comunidades y pidió que no se sigan detrayendo fondos de las autonomías para financiar medidas adoptadas por el Gobierno central.