Hay varios factores que están contribuyendo al incremento en el precio de los combustibles. Según los expertos, las tres principales razones son: la invasión de Rusia a Ucrania, la pandemia del Covid 19 y la inflación. A todas luces parecen ser razones de peso, pero sucede que el alza del petróleo viene de antes de la guerra.
Existe un motivo principal que es la transición energética, o sea, cambiar de un sistema asentado en los combustibles fósiles, basado en las fuentes renovables, a uno de bajas o nulas emisiones de carbono. Este cambio significativo en el sistema de energía surge por la necesidad de acciones en contra del cambio climático, específicamente para mitigar el calentamiento global.
Esto a su vez significa abandonar los combustibles fósiles como el petróleo, el gas, el lignito y el carbón y reemplazarlos por las energías renovables como la eólica, solar, geotérmica, marina o undimotriz, entre otras.
Varios países como Austria, Dinamarca, Francia, Alemania, Japón, Reino Unido y Estados Unidos ya han emprendido el camino a una transición energética a partir de recursos renovables. Siendo por un motivo u otro, se vieron impulsados a tomar esta medida que está contribuyendo a la reducción de emisiones de dióxido de carbono.
Cabe destacar que España presentó el Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) con el objetivo de mitigar el cambio climático. Un plan en el que se destacan medidas de fomento a las energías renovables, y contempla el uso de hidrógeno como portador de energía cero- emisiones.
Actualmente, para poder apoyar estas iniciativas, es el deber de todos reflexionar sobre estilos de vida, cambios en la producción, en el consumo y en el transporte, poniendo énfasis también en una transición social y de comportamiento individual. Aunque en medio de este avance tengamos que pagar el coste del proceso, sin duda a largo plazo, el resultado compensará dicho aporte.