El presidente de Sogama, Javier Domínguez, visitó hoy la planta de transferencia de residuos de Curtis, donde destacó la apuesta de la Xunta por darle valor a la materia orgánica mediante la creación de la red pública de infraestructuras para su recogida diferenciada a través del contenedor marrón. Esta red da servicio a los ayuntamientos de la comunidad y les facilita su labor en la recogida separada ahorrándoles costes tanto económicos como medioambientales.
El responsable de la empresa pública, que estuvo acompañado por el alcalde de Curtis y de otros representantes de municipios del entorno, explicó que esta es una de las 17 instalaciones que conforman la red gallega, de las que cuatro son para el tratamiento de biorresiduos (Cerceda, Cervo, Verín y Vilanova de Arousa) y 13 plantas de transferencia como la de Curtis que suman una inversión total de alrededor de 45 millones de euros.
Las 13 plantas de transferencia trabajan con los residuos de la bolsa amarilla (envases de plástico, latas y briks), con los de la bolsa negra (fracción resto) y con la materia procedente del contenedor marrón, que es transportada posteriormente a la planta de biorresiduos más próxima para convertirla en compost.
En este sentido, Javier Domínguez subrayó la importancia de esa recogida diferenciada de residuos para facilitar su tratamiento y puesta en valor, con el objetivo de maximizar el aprovechamiento de aquellos que pueden convertirse en materia prima para la creación de nuevos productos o tener una segunda vida.
INSTALACIONES
La planta de transferencia de residuos de Curtis comenzó a funcionar en enero de 2024 tras una inversión de más de 2,2 millones de euros. Se trata de unas instalaciones de 600 metros cuadrados situados en una parcela de 8.000 metros cuadrados en el polígono industrial de Teixeiro que además son autosuficientes desde el punto de vista energético al estar dotadas de paneles fotovoltaicos.
Además de la bolsa amarilla y de la negra, esta planta es el punto de transferencia de la marrón (materia orgánica), que después se trata en la planta de Sogama en Cerceda para obtener compost. Su capacidad de tratamiento llega hasta las 17.000 toneladas anuales y está preparada para dar servicio a un total de 15 ayuntamientos del entorno que suman más de 40.000 habitantes.