La Consellería de Medio Rural declara el núcleo de Meixide, en el ayuntamiento de A Veiga, como nueva aldea modelo de Galicia. Se trata de la décimo segunda aldea con estas características aprobada en nuestra Comunidad, la mayor parte de ellas en la provincia de Ourense.
En este caso, la iniciativa de aldea modelo, que promueve la Xunta, tiene por objetivo recuperar las tierras en abandono del entorno de la aldea, para así contribuir a su puesta en valor, mejorando la calidad de vida de su población y, al tiempo, reforzar la prevención de los fuegos en la cercanía de las viviendas. Esta actuación va a servir para recuperar una superficie de 71,28 hectáreas de este núcleo de población, para destinarlas a la producción ganadera en extensivo. Se actuaría en un total de 647 parcelas de 151 propietarios.
Así, en esta aldea se realizará la limpieza y la recuperación de la faja de los 50 metros más próxima a los núcleos de población, en el marco del convenio de protección de las aldeas frente el fuego puesto en marcha por la Xunta, Seaga y la Federación Gallega de Municipios y Provincias (Fegamp).
Además, el resto de los terrenos hasta el total de la actuación (en este caso hasta las 71,28 hectáreas), que puede conseguir fajas de más de los 150 metros, será puesto en producción mediante la actuación de la Agencia Gallega de Desarrollo Rural en colaboración con los productores interesados en su aprovechamiento, para así crear actividad agroganadera en ellas mediante producción ganadera extensiva o cultivos de huerta, cereal, pastos, frutales, castaños, olivos, etc. Al mismo tiempo, el conjunto de los terrenos recuperados funcionarán como cortafuegos natural frente al fuego, ya que serán los cultivos los que actúen como método de protección, sin necesidad de rozar y limpiar de forma periódica.
Todos los terrenos recuperados serán incorporados al Banco de Terras de Galicia, de manera que las personas titulares reciban una compensación económica anual. Esto es, la aldea modelo supondrá la obtención de un rendimiento económico directo o indirecto tanto para las personas propietarias de los terrenos –que conservarán siempre la titularidad de las parcelas al tiempo que reciben un pago por arrendamiento– como para los interesados en su puesta en producción.
