Galicia ha experimentado un mes de noviembre excepcionalmente cálido y seco, según los últimos datos publicados por Meteogalicia. Las temperaturas medias superaron en 3,3 grados los valores habituales para esta época del año, convirtiendo a noviembre de 2024 en el más cálido desde que existen registros.
La presencia de un anticiclón al norte de la comunidad impidió la llegada de borrascas atlánticas y permitió la entrada de masas de aire más cálidas de lo normal. Como resultado, se registraron temperaturas máximas medias de 16,7 grados y mínimas de 9 grados. Las zonas costeras, especialmente en el área de la ría de Vigo, experimentaron las temperaturas más altas, mientras que las sierras de la Queixa y el Eje registraron las más bajas.
En cuanto a las precipitaciones, el pasado mes fue notablemente seco, con un acumulado medio de 115 litros por metro cuadrado, un 35% inferior a lo normal para esta época del año. Las zonas del sudoeste y norte de A Coruña fueron las más lluviosas, mientras que el valle del río Casaio en Ourense fue el más seco.
¿Qué implica este fenómeno?
Esta anomalía climática podría tener diversas implicaciones para los ecosistemas gallegos, la agricultura y la gestión de los recursos hídricos. Es fundamental realizar estudios más detallados para evaluar a largo plazo las consecuencias de estos eventos extremos.
¿Cuáles son las causas de este fenómeno?
Aunque se necesita más investigación para determinar las causas exactas de este episodio de calor extremo y sequía, los científicos apuntan al cambio climático como un factor cada vez más influyente en los patrones climáticos globales.
¿Qué medidas se están tomando?
Las autoridades gallegas están monitoreando de cerca la situación y trabajando en el desarrollo de estrategias para adaptarse a los cambios climáticos y mitigar sus efectos.
