lunes. 25.11.2024

El Consello da Xunta analizó hoy un informe sobre los períodos de prohibición de la extracción de mejillón en los polígonos de bateas de Galicia a consecuencia de las biotoxinas entre los años 1998 y 2020. Este documento refleja que las 10.000 analíticas anuales de biotoxinas realizadas por el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) permiten la venta y el consumo de alrededor de 250.000 toneladas de mejillón con todas las garantías higiénico-sanitarias.

Este centro dependiente de la Consellería del Mar identifica los distintos tipos de biotoxinas marinas que existen y su presencia por zonas y con base en los estrictos controles que realiza establece los cierres de zonas de producción afectadas por este fenómeno para proteger la salud pública y la calidad de los moluscos bivalvos. La existencia de las especies de fitoplancton tóxico es un fenómeno natural, ya que tiene su origen en la riqueza fitoplanctónica de las aguas y se repite en la mayor parte de las zonas de producción de moluscos bivalvos del planeta.

Además, el informe señala que el Intecmar realiza cerca de 2.000 informes previos a la extracción y más de 300 resoluciones anuales de prohibición o autorización de extracción de moluscos en las zonas de producción, la mayoría de ellas relacionadas con el control de las biotoxinas.

En relación con los períodos de prohibición de extracción de mejillón de las bateas durante los últimos 23 años, el documento concluye que las biotoxinas lipofílicas son las que causaron la mayor parte de los cierres y que el promedio de afectación abarca más del 25% del año. Además muestra que en todas las rías los polígonos de bateas situados más al exterior son los que tuvieron un mayor número de días de cierre.

Los años en que se registraron períodos de prohibición de la extracción más prolongados a consecuencia de esta biotoxina fueron 2005 y 2013, mientras que los de menor afectación fueron 2008 y 2017. Por zonas, la ría de Pontevedra es la que registra más períodos de prohibición de la extracción y la ría de Arousa fue la menos afectada.

En el caso de la biotoxina PSP (paralizante) el promedio de afectación en el período 1998-2020 abarca el 1,5% del año. La ría de Arousa fue la menos afectada y la de Pontevedra la que registró más días de cierre de polígonos de mejillón. En cuanto a la biotoxina ASP (amnésica), el informe expone que su afectación media supone el 1% del año. En relación con las zonas, a menos afectada por este tipo de biotoxina también fue la ría de Arousa y las que apuntaron más días de prohibición de extracción fueron las rías de Muros y Noia y Ares-Betanzos.

Esta labor de control de niveles de biotoxinas desenvolvido por el Intecmar garantizador a seguridad alimentaria de los moluscos como el mejillón y evita que estos episodios paralicen la producción gallega con la división de las zonas de producción en subzonas de menor tamaño y un elevado número de puntos de seguimiento.

Además, la difusión de la situación de las zonas de producción a través de la página web del Intecmar contribuye a crear confianza en el consumidor para que siga comprando mejillón gallego durante todo el año. De hecho, la labor de este centro fue clave durante la declaración del estado de alarma causado por la Covid-19, pues sus funciones declaradas esenciales contribuyeron al abastecimiento de moluscos, fundamentalmente mejillón, con todas las garantías higiénico-sanitarias.

INTECMAR

El Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia fue creado como ente público en 2004, como instrumento oficial de la Comunidad para el control de la calidad del medio marino, contribuyendo a su protección y mejora, y para la aplicación de las disposiciones legales en materia de control técnico-sanitario de los productos del mar. En ese momento asumió las competencias, el personal y las instalaciones del antiguo Centro de Control del Medio Marino (CCMM) y amplió sus funciones. En la actualidad cuenta con 3.600 metros cuadrados de instalaciones en las cuales prestan servicio 87 empleados públicos.

El centro cuenta con la acreditación de la ENAC desde marzo de 1999 y desde entonces fue renovando y ampliando las acreditaciones para distintos tipos de ensayos. Prueba de esta renovación constante de equipaciones y técnicas es la ampliación del alcance de acreditación en cuatro nuevos ensayos, otorgada por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) la finales de 2020. Uno de los nuevos ensayos acreditados es la determinación de toxinas paralizantes de molusco (PSP) mediante el método químico que es realizado por la Unidad de Biotoxinas. En estos 21 años de acreditación el instituto superó con éxito las auditorías externas la que fue sometido.

250.000 toneladas de mejillón con todas las garantías higiénico-sanitarias