El verano ha traído consigo días más largos, clima cálido y la oportunidad perfecta para disfrutar de actividades al aire libre. Sin embargo, esta temporada también es conocida por el aumento en la incidencia de lesiones traumatológicas. Piscinas, playas y montañas se convierten en escenarios de accidentes que, en su mayoría, podrían evitarse con un poco de precaución. En este artículo, analizaremos los percances más habituales en la temporada estival, las actividades que suelen provocarlos y las mejores estrategias para evitarlos.
Afecciones comunes en verano
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Esguinces y torceduras. Los esguinces y torceduras son los traumatismos más corrientes en esta época. Suelen ocurrir en zonas de suelo rocoso y durante los baños nocturnos, cuando es difícil ver piedras y rocas. Estos afectan principalmente a los ligamentos del pie, resultando de un sobreestiramiento brusco o al apoyar el pie incorrectamente. Deportes como pádel, running y saltos aumentan el riesgo de sufrirlos.
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Lesiones en los dedos de los pies. Personas que juegan al fútbol, voleibol o a las palas en la playa pueden experimentar golpes en los dedos de los pies. Estas actividades incrementan la probabilidad de metatarsalgias, que causan dolor e inflamación en el metatarso del pie, y fascitis plantar, una condición que provoca dolor y rigidez en la parte interna del pie, exacerbada por el calzado inadecuado.
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Contusiones medulares y cervicales. Las zambullidas y saltos en aguas desconocidas pueden provocar daños medulares y cervicales graves. Un chapuzón imprudente puede resultar en mareos, caídas y desgarros cervicales, especialmente en personas con problemas de espalda preexistentes.
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Fracturas infantiles. Durante las vacaciones escolares, los niños disfrutan de mayor libertad y actividad física, lo que incrementa el riesgo de sufrir algún percance. Pueden ser similares a los de los adultos o propios del hueso inmaduro, como las fracturas en “tallo verde” o del cartílago de crecimiento, todas ellas requieren atención médica inmediata.
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Lesiones podales. El uso de sandalias de dedo o flip-flops puede llevar a tendinitis o fascitis plantar. Además, practicar deportes en la playa con los pies descalzos puede causar contusiones o esguinces debido a impactos o caídas.
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Daño por sobrecarga. La práctica excesiva de actividades físicas sin preparación adecuada puede causar problemas traumáticos por sobrecarga. Deportes como el senderismo, running y deportes acuáticos realizados sin técnica adecuada son los que más riesgos conllevan.
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Heridas meniscales y ligamentosas. En verano, muchos se aventuran en deportes que no practican durante el año, lo que puede llevar a desgarros y roturas de meniscos y ligamentos. Estos problemas están relacionados con el uso de superficies de juego o equipos inadecuados y el sobreesfuerzo.
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Patologías degenerativas. Aunque en verano disminuyen los síntomas de patologías degenerativas como la artrosis, debido a la reducción de contracturas musculares por el calor, es importante no olvidar que estas enfermedades aún requieren cuidados específicos.
Cómo prevenir estas lesiones
Para disfrutar del verano sin poner en peligro tu salud, es esencial seguir algunas recomendaciones:
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No sobreexigirse. Incrementa la intensidad de las actividades físicas de manera gradual y según tu capacidad y experiencia.
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Usa el equipamiento adecuado. Para actividades como el senderismo o trekking, utiliza calzado e implementos apropiados. En la playa o la piscina, no te arriesgues con clavados o acciones de riesgo.
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Realiza calentamientos y estiramientos. Antes de comenzar cualquier actividad física, calienta adecuadamente y, al finalizar, estira para prevenir lesiones musculares.
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Mantente hidratado. Bebe agua continuamente si no quieres deshidratarte.
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Protección solar. Muy importante para evitar quemaduras.
Qué hacer ante una lesión
Si el dolor impide el movimiento o el apoyo de la zona afectada, sigue estos pasos mientras esperas la ayuda médica:
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Inmoviliza la zona afectada sin comprimirla, para controlar el dolor y que la lesión no se agrave.
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Evita agravar la situación intentando maniobras incorrectas adicionales.
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En caso de sangrado, comprime el área y, si es necesario, realiza un torniquete en situaciones extremas.
Con la llegada del calor, aprovechamos para disfrutar del aire libre y realizar actividades que, durante el resto del año, quizás no practicamos con tanta frecuencia. Sin embargo, es fundamental tomar las precauciones necesarias para evitar lesiones que pueden arruinar nuestras vacaciones. Siguiendo las recomendaciones adecuadas y consultando a un especialista en caso de cualquier dolor persistente o lesión grave, podemos asegurar un verano lleno de diversión y sin incidentes.
Recuerda que en Clínica Elgeadi estamos especializados en Traumatología y contamos con un Servicio de Fisioterapia y con la Especialidad de Medicina del Deporte. Pide cita o contacta con nosotros para más información, nuestros profesionales estarán encantados de atenderte.
Por el Prof. Dr. Ghassan Elgeadi, cirujano traumatólogo y CEO de Clínica Elgeadi