Se han cumplido 125 años del nacimiento del tercer Conde d’Aurora, José de Sá Coutinho (1896-1969). Un aristócrata, primer juez del Tribunal del Trabajo, residente en Oporto, pero nunca desligado de su tierra natal limiana. Sólido católico, padre de 9 hijos, vinculado al Instituto Británico y el francés, desarrolló su obra como escritor, novelista, gastrónomo y etnógrafo que, con la mirada actual, no nos equivocamos si decimos que fue un hombre adelantado a su tiempo.
Rosario Sá Coutinho es su nieta e impulsora de este homenaje con el Club Gastronómico de Ponte de Lima y la Cámara Municipal. El pasado día 29 se hizo una ofrenda floral en su estatua situada en la plaza San João, en la zona histórica de Ponte de Lima. Hubo discursos de Adelino Tito de Morais y se leyeron textos del Conde d’Aurora sobre lugares gastronómicos de Ponte de Lima...Ya en casa d'Aurora varios establecimientos aportaron sus productos para evocar la excelente gastronomía del Alto Minho que tan bien describió en las páginas de sus libros el Conde d’Aurora. Algunos herederos de estas tradiciones estuvieron presentes para recordar a Dores Petiscas, Clara Penha, Gaio, Margarida da Praça, Sonho do Capitão o Restaurante Fátima Amorim. Los invitados se deleitaron con el chorizo asado y el lomo del cachaço de Minho Fumeiro, el folar de Casa do Folar Limiano, los dulces de yema y bizcocho de Havanesa, y la Maravilha do Lima de Pastelaria Doce Meeting, todo bien armonizado con los vinos de Adega Cooperativa de Ponte de Lima y Casa da Cuca. El chef Paulo Santos, da Casa São Sebastião, preparó la viandas de una magnífica mesa para los invitados que se distribuyeron entre el jardín y el comedor.
ROSARIO SÁ COUTINHO
“Este homenaje me hace una ilusión muy grande y es un orgullo para mí. Ver que después de 125 años hay personas que recuerdan a mi abuelo y su obra, especialmente en Ponte de Lima…Mi abuelo escribió mucho sobre esta villa limiana y de toda la región del Alto Minho. El defendía en sus escritos a los pequeños agricultores…Era un hombre visionario para su tiempo…y es una gran satisfacción que haya personas que todavía lo recuerden. Sus textos son de contenidos muy actuales y esta es una de las razones del homenaje”, afirma Rosario Sá.
La nieta del Conde d’Aurora trabaja en la reedición de las obras de su abuelo. Ella ya hizo una introducción a una antología de sus textos. En sus escritos, comenta, “hace 50 años ya defendía el Medio Ambiente, cuando nadie en aquel entonces hablaba de esto. También defendía la pequeña agricultura casera como forma de contribuir a preservar el medio ambiente y tener una mejor economía las familias humildes...Y hoy es, curiosamente, lo que propugna Europa…”. Rosario ve muchas coincidencias, como en la aconsejada agricultura biológica…Y por eso afirma que es un adelantado a su tiempo. Incluso tenía ideas muy claras con respecto al turismo y lo que atrae al visitante.
A pesar de su condición aristocrática, él trataba con todo el mundo. “Era una persona que estaba con la gente del pueblo con la misma amistad y respeto que dispensaba a los de su estatus. No marcaba distancias. (…) Por eso en Ponte de Lima se le tiene ese amor”, explica.
Como sólido creyente católico formaba parte de varias asociaciones y practicaba la doctrina social de la Iglesia católica. “Siempre mostraba esa preocupación por los desfavorecidos.
Tuvo 9 hijos (dos varones y siete mujeres) y, “como la agricultura no daba para dar de comer a tanta prole, estudió Derecho ya un poco mayor y, terminada la carrera, se fue a Oporto donde sería el primer Juez del Tribunal del Trabajo”.
Aunque residía allí, nunca dejaba de pasar temporadas en Ponte de Lima. En agosto venía para una casa en Geraz do Lima a 12 kilómetros de Ponte de Lima, y en septiembre se trasladaba a Casa d’Aurora para vivir los días de las Feiras Novas, la fiesta de las fiestas limianas, recibir visitas y acompañar a sus vecinos.
Rosario Sá describe su estilo de escritor, como quien tiene prisa…”Escribe ‘ao correr da pena’ para decir aquello o denunciar lo otro, o alguna situación que llamase la atención. A la hora de escribir es un romántico, se emociona, por ejemplo, con las ruinas de un convento…por su estado de abandono, sus piedras…Tiene incluso textos sobre las flores pequeñas silvestres…Era un romántico y no tenía pelos en la lengua”, describe Sá Coutinho. Él supo esquivar la censura, como constata su nieta.
Su “escritura es muy simpática al leerla y no carece de sentido del humor, como tampoco faltan los regionalismos en su escritura, que parecen escuchados en una feria a la moda del Minho”.
Por su posición y vinculación al Instituto Británico y al francés de Oporto, el también traía a mucha gente de fuera…Por Casa d’Aurora pasaron Alceu Amoroso Lima, Gilberto Freyre, el poeta Sebastião da Gama, la bailarina Margot Fonteyn, inglesa, que hizo pareja con Rudolf Nureyev; António Feijó, general Norton de Matos…y figuras contemporáneas de Ponte de Lima.
En Casa d’Aurora, “además de toda la memoria y tradición oral que se fue transmitiendo, hay varios objetos que le pertenecieron. “Una de las cosas que tenemos en la sala de la entrada es una bandera monárquica. Cuando implantaron la República en Portugal (1910), él tenía el título de Conde y, por lo tanto, creía en la monarquía. Incluso se asoció a lo que se llamó ‘Monarquía del Norte’, un movimiento de monárquicos del Norte contra la implantación de la República”.
Rosario tiene varios proyectos en torno a su figura. Con motivo de este 125 aniversario, la familia está preparando la reedición de dos novelas suyas, como son D. Alexio (1921) y O Pinto (1935). Están basadas ambas en personajes de Ponte de Lima. Junto con ellos, se publicará un librito que las contextualice.
Otro proyecto es editar un libro que recoja su faceta de fotógrafo. “Lo mismo que aplicaba su visión romántica a la escritura, también lo hacía a través de la fotografía”. Esto se completaría con una exposición permanente de sus fotografías para los visitantes de Casa d’Aurora”.
En fin, esto no está más que empezando. La figura del Conde d’Aurora se va a divulgar y se potenciará con esta casa construida por el arquitecto Manuel Pinto de Villalobos entre 1714 y 1730. La Casa de Nossa Senhora da Aurora es un palacio construido en la tipología de las ‘casas-largas’, el modelo más frecuente en la época, con dos plantas divididas por friso horizontal, con escalera interior y capilla adosada a una de las fachadas.
También conocida como Casa de Arrabalde, tiene un frontispicio armonioso y rítmico de la fenestraje del piso principal, donde se rompen los once ventanales con frontones, acompañados por gradas de hierro forjado.
Dentro de la capilla hay un retablo de estilo nacional y azulejos barrocos provenientes de la capilla de Nossa Senhora do Rosario (hoy desaparecida).
Los jardines también se organizaron al gusto barroco, como lugar de ocio, con bancos, lagos y diferentes fuentes.