Ribeiro da Costa (Familicão, 1940) acaba de entrar en el mundo de la novela con la publicación de Rapaz da Rua. Previamente, se forjó en el mundo literario con una serie de cuatro libros y posteriormente seis más de cuentos. Su próximo proyecto es otra novela “porque una vez que publiqué la primera, ya no puedo parar…”.
“Me gusta escribir. Siempre me gustó. Fui profesor de lengua portuguesa durante muchos años. Enseñé a mis alumnos la técnica del leguaje…Ahora a mi manera, y con más tranquilidad, tengo una pasión por la lengua literaria”, afirma Ribeiro da Costa en entrevista exclusiva con DL-G, en Lisboa, durante la Feria del Libro.
Confiesa que se inspiró en un programa de televisión con la aparición de una persona joven de éxito. “Decía que provenía de un barrio de aquí, lisboeta, llamado Cova da Moura, y que a través de la música consiguió enamorar a una muchacha de un estatus social superior”.
A José Ribeiro, como profesor que ha ejercido, le gusta ser muy didáctico. Por eso, su objetivo con este libro es “estimular a la gente joven a superar una situación desfavorable, como puede ser falta de recursos económicos, situación social…Nunca cruzarse de brazos y resignarse. Apoyarse en la fuerza de voluntad para triunfar. Como aquel dicho de que querer es poder”.
Por eso su tesis está relacionada con esto. “El medio no condiciona a la persona. Las circunstancias en las que una persona nace nunca pueden sofocar los vuelos grandiosos que pueda tener. Si uno quiere, con fuerza de voluntad, puede superar o trascender los condicionantes del medio en que se desenvuelve”.
Los protagonistas pertenecen a clases sociales muy diferenciadas. Dário anda con una pandilla que se dedica a robar…Por otra parte, Marta, la otra protagonista, tiene un nivel superior. Sus padres son personas universitarias…Y a partir de ahí, Ribeiro da Costa construye otros personajes…
El escritor que reside en Oporto confiesa que prestó algunas cosas propias a los personajes. A Dário esa “voluntad de ir más allá, de avanzar venciendo las contrariedades…Eso se lo presté de mí”, dice. A Marta la imbuyó de esa preocupación y “dedicación a los demás; la perfección en el trabajo realizado, la afabilidad…”.
Advierte Ribeiro da Costa que los cuatro primeros capítulos tienen un “estilo de reportaje periodístico”. Los dos protagonistas se mueven por las tierras del Norte luso, visitan ciudades, ven monumentos, conocen leyendas, aprenden costumbres…”y el lector se deleita y aprende con ellos”.
La música es otra de las pasiones del escritor. Por eso la utiliza como simbología. José Ribeiro pone en boca del Dário un fado de Coimbra:
Passarinho da RibeiraSi no eres mi enemigo
Préstame tus alas
Déjame volar contigo
Lejos, cortando el espacio
Viene una bandada de golondrinas
Que te dan un abrazo
Y me extrañan mucho.
“Lo canta el día del cumpleaños de Marta con gran pasión platónica. Para Dário tenía un gran significado y lo cantaba pensando en Marta, de la que deseaba su amor pero era un imposible…por el abismo que los separaba…”. Rapaz da Rua lo refleja en la ilustración de portada. Dário cantando pero no le llega a Marta su melodía y en la portada se refleja con un mechón de su cabello.
“Este mensaje no se transmite. Es un simbolismo. A lo largo de la novela se va repitiendo por activa y por pasiva hasta que ese simbolismo se convierte en realidad”, explica Ribeiro.
El autor de Rapaz da Rua escribe también para los gallegos y los españoles en general. Su prosa es de fácil lectura y aporta un mejor conocimiento de la nación hermana. Oporto y Lisboa son los espacios “que privilegio” donde transcurren partes importantes de la novela.