La vida es increíble. Un teniente de artillería escribe un libro sobre la vidente de Fátima, Sor Lucía. José Victorio Moure Rivera (Pontevedra, 1953) acaba de agotar, en tres meses, la primera edición de ‘Sor Lucía. La luz que brilló en Pontevedra’. En unos días, anuncia la publicación de la segunda edición y tiene peticiones llegadas de toda España. La gente se hace con su número de móvil, no sabe cómo, y le llaman. Está admirado del impacto.
“Un día, en una base militar, vi a la puerta de una capilla este rótulo: ‘No se preocupe si su hijo no sabe rezar, cuando ande por estos mundos enseguida aprende’. Los militares estamos acostumbrados a vivir situaciones difíciles, duras, en tierras de misión…Es ahí donde te haces más espiritual, más trascendente…para que no pasen más cosas de las que pasan…”, explica. Y, más concretamente, el libro lo escribe porque, en la práctica de la devoción de los 5 sábados primeros de mes, junto con dos militares, estos le sugirieron “a ti que te gusta escribir y se acerca el centenario de las Apariciones…Escribe algo sobre Sor Lucía en Pontevedra…”. José Moure tiene otros libros pero de otras temáticas, como sus misiones militares en zonas como el Líbano, Irlanda en la época del grupo paramilitar IRA, entre otras…Y después de 3 años de trabajo, vio la luz este libro de carácter religioso.
José Moure confiesa que, antes de documentarse sobre Fátima, se dio cuenta que nunca había “profundizado” en esta advocación y que conocía mejor otros santuarios, como el de Lourdes, al que había peregrinado dos veces. Pero, tras la investigación realizada, “empecé a emocionarme, a empaparme del mensaje y a querer hacer los cinco primeros sábados y además hice la consagración al Corazón Inmaculado de María”.
Moure, en ‘Sor Lucía. La luz que brilló en Pontevedra’, se interesa y se centra en las estancias de la hermana Lucía en Pontevedra y Tui. Aunque en el libro hay una parte que contextualiza todo esto dentro del marco general de las apariciones.
Diario Luso-Galaico ha tenido la fortuna de poder entrevistarlo en el lugar que era la propia celda de Sor Lucía y que en la actualidad es una pequeña capilla que tiene un cuadro alegórico de la primera aparición.
“En este lugar, el 10 de diciembre de 1925, en lo que fue la celda de la hermana Lucía, el Niño Jesús señaló a esta el Corazón de su Santísima Madre torturado por las espinas y sin recibir reparación. A continuación, el Inmaculado Corazón de María de Fátima hizo la gran promesa salvadora de los 5 primeros sábados de mes”, narra el autor.
El Santuario de las Apariciones fue el lugar de un encuentro de Sor Lucía con Jesús Niño. Así lo describe Moure: “Un día a principios de 1926, Lucía sacaba una bolsa de basura (…). La religiosa se cruzó con un niño, al que le preguntó si sabía el ‘Avemaría’. El niño le contestó afirmativamente, pero no la recitó. Lucía entonces se la repitió tres veces y le pidió que la dijese solo, pero el niño guardó silencio. Ella le dijo que subiese a la iglesia de Santa María (distante tan solo unos 50 metros) y que delante de una imagen de la Virgen dijese: ¡Oh, Madre del cielo!, dadme a Vuestro Niño Jesús.
Pasados unos dos meses, se volvió a encontrar con el niño, viendo que era aquel al que le había dicho que fuese a rezar a Santa María, y le preguntó: -¿Has pedido a la Madre del cielo el Niño Jesús?
El niño la mira y le contesta: -¿Y tú, has difundido al mundo lo que la Madre del Cielo te pidió?
Dicho esto, su cuerpo se transformó en un cuerpo resplandeciente, sabiendo entonces que ese niño no era otro que el Niño Jesús. Ella entonces le manifestó las trabas que tenía para difundir esa devoción”.
En el patio de esta edificación, hay una hornacina donde está la imagen del niño, regalo del gobierno estadunidense, con su respectiva placa que recuerda esta aparición. Con motivo del 96 aniversario, el pasado día 15 de febrero, se bajó a la capilla de la entrada, que preside el altar original traído del Centro Conventual de Tui.
Así, el militar autor de este libro, José Moure, incide en la importancia de esta devoción de los 5 primeros sábados de mes y de la rectitud con la que hay que practicarla. Se trata de buscar la conversión personal y, a cambio, ser digno de la promesa mariana de que la Virgen nos atenderá en los últimos instantes de nuestra vida.
José Moure quiere dar a conocer este Santuario de las Apariciones. “Hay personas en Pontevedra que no lo conocen, y también de fuera, claro”. Otro objetivo del libro es difundir la devoción, tal como la Virgen pidió a Sor Lucía, de los cinco primeros sábados de mes: rezar el Rosario meditando cada uno de los misterios, confesarse y comulgar. Moure admite que “parece fácil esta devoción pero no lo es. He tenido que empezarla varias veces…pero, al final, la he hecho”.
Los fondos que José Moure consigue con la venta de su libro son para ayudar a la restauración del edificio del Santuario. Ahora se están poniendo nuevos techos y se quiere hacer un albergue más amplio. La propiedad de este santuario es en la actualidad de la Conferencia Episcopal Española. El título de Santuario lo recibió de san Juan Pablo II cuando se celebró el 75 aniversario. Ahora el horizonte es el centenario en 2025, teniendo en cuenta que, en el 75 aniversario, fueron muchas las personas que pasaron por él, muchos obispos que celebraron la santa Misa aquí, describe Moure.
En la actualidad el Santuario lo atienden religiosas de la Tercera Orden Familia Religiosa del Verbo encarnado.
“El libro está lleno de anécdotas, curiosidades y sinsabores de la pastorcita lusa. En este libro se pueden conocer sus vivencias en Pontevedra y Tui, donde residió hasta su regreso a Portugal en 1946”, dice la contraportada.