Cree que ha dejado la enseñanza muy pronto. Su disciplina de Geografía, Historia y Arte que impartió, durante 36 años, en diversos institutos le ha dejado la ‘deformación’ profesional de ser didáctico, y claro que lo es. Ahora está empeñado en “enseñar a los miles de peregrinos del Camino la historia de Santiago y, muy particularmente, la historia de Santiago con relación a España”.
Fidel Velasco Calleja (Burgos, 1953) es un profesor jubilado que gusta de la escultura y desde hace 6 años se ha especializado en “escultura exenta en madera y relieves pictóricos”, como pone en su currículo. Desde hace 32 años reside en Vigo.
Ha hecho 6 veces el Camino de Santiago y eso le ha marcado en su trayectoria artística. Si lo vuelve a hacer, como les dice a los amigos, el llevará el coche escoba e irá repartiendo ‘Santiagos’ -esculturas del Apóstol- por los albergues.
A estas alturas, la figura del Santo Patrón de las Españas hecho por él ya está en el gran albergue de peregrinos de Ponteferrada, una escultura para el albergue y otra para la capilla. Para el albergue de la iglesia, incluso talló una Magdalena con escenas de su vida en el pedestal. Cosa que alegró inmensamente al hospitalero, que quería que la patrona o titular tuviera representada en su iglesia. A Foncebadón, un pueblo casi deshabitado hace unos años y que ahora con el paso del Camino se ha revitalizado, Fidel Velasco le hizo un Vía Crucis completo con sus 14 estaciones y otra Magdalena con pedestal historiado. Y para recuerdo, la décimo quinta se la quedó él y la tiene en su casa. Por cierto, casi vive en un piso-museo, porque su obra está por doquier.
Con la pandemia el proceso de esculpir no ha parado, pero no se ha podido distribuir. “Ya tengo cinco [‘santiagos’] preparados para llevar a varios albergues”, anuncia.
En la capilla del Monte del Gozo, en Santiago, ya ha dejado su obra, así como en Pontevedra y Oia.
Fidel cree que “los peregrinos no tienen ni idea sobre Santiago Apóstol y, particularmente, sobre su relación con España”. Por eso sus imágenes del Señor Santiago, tanto realistas como expresionistas, son muy singulares. “Yo nunca he visto –afirma este burgalés- una imagen de un santo en la cual, en su pedestal, estén representados hechos claves de su historia”. Por eso las tallas de Fidel llevan en el pedestal motivos alusivos a la vida del Apóstol: Aparición de la Virgen en el pilar de Zaragoza; llegada de su cuerpo en barca de piedra a Padrón; la batalla de Clavijo. Velasco Calleja sigue ejerciendo así su profesión de profesor de historia. Por eso repasa estos acontecimientos en la entrevista para DL-G, llenando de contenido histórico los bajorrelieves del pedestal de sus figuras. ¡Fantástico!
En esta línea, que podíamos decir de escultura religiosa, recientemente, realizó una escultura de san Francisco para los franciscanos y la tiene en su centro parroquial de Torrecedeira. Es una talla expresionista. Fidel cree que a la gente le gusta más eso que el puro realismo, porque manifiesta la subjetividad e intencionalidad del autor. Y esto mismo ya ha empezado a hacerlo con sus ‘santiagos’.
Fidel comenzó por el arte de la pintura. Retrató, hace ya 30 años, a sus padres y a sus hijos. Para iniciarse en la escultura, se inscribió en un curso en la Escuela de Artes y Oficios, donde aprendió las técnicas.
En su casa, una pieza que es imprescindible ver es el ‘Discóforo Moderno’. Es el ‘portador de disco’. Una pieza réplica de la escultura en bronce obra del griego clásico Policleto. Fidel vio una reproducción de esta estatua en los jardines de un hotel de Florencia y, como otros turistas, lo fotografió con un móvil en la mano que no llevaba el disco para darle ese toque de ‘modernidad’. La original es una obra temprana de Policleto, que data del 450-440 a. C. No debe, sin embargo, confundirse con el Discóbolo de Mirón que muestra a un atleta lanzando el disco, no portándolo. Pues bien, Velasco Calleja se lanzó para medir fuerzas con una obra clásica y realista. Lo realizó en madera de roble y cerámica. Fue todo un reto. “Yo me dije: quiero hacer algo para demostrarme…que era capaz de realizar un escultura clásica como la hacían los antiguos…”.
“La escultura es más original. Pintores hay muchísimos…, escultores, aunque solo sea por el taller que necesitas…La escultura es más plástica, más definitiva. La pintura no deja de ser un poco efímera”. Y pone ejemplos…
Él trabaja con tallas de pequeño tamaño por cuestión práctica. Pero está preparado para llenar un espacio público con una de sus esculturas.
Fidel tiene como referentes, además de los griegos, a artistas como Miguel Ángel o Bernini. Entre los de escultura moderna cita a Pablo Gargallo y Henry Moore, que tiene esculturas muy originales en estilos actuales.
De los gallegos le gustan algunas obras del tudense Juan Oliveira, maestro en el tratamiento de las figuras equinas, o Laxeiro, del que valora cómo mezcla el costumbrismo con técnicas innovadoras.
La descripción sería incompleta si no se reflejase el altruismo de este artista al hacer y regalar su obra. Su único afán es instruir a la gente con ella, y al peregrino en particular. Así es el burgalés recriado en Vigo.