El testimonio de María (nombre ficticio) es esperanzador. A sus 39 años, con cinco hijos, ha superado los 16 que ha vivido con una pareja maltratadora. Es un camino difícil pero posible. Su mensaje es alentador para aquellas mujeres u hombres que estén en esa situación. Como dice nuestra entrevistada, hay que despertar.
Es complicado tener ese 'despertar', que puede suceder o no. Cuando es amor se nota y cuando no lo es también. "Yo pasé 16 años, casi toda mi juventud, al lado de una persona que fue machacándome psicológicamente e, incluso, en alguna ocasión hubo mal trato físico.
Explica María que, sobre todo el maltrato psicológico, consiste en que esa persona te separa de tu familia, de tu entorno...". Evita, dice, que seas independiente. "Llegas a creer que la felicidad y el amor son eso…".
En su despertar otras personas percibieron lo que estaba pasando. La gente notaba que "estaba rara"...porque "esa persona intenta anularte y hacer de ti un auténtico trapo".
El mensaje es duro pero hay salida. "Es muy dura la recuperación. Yo creo que quedan muchas secuelas. Pero se puede salir, si tienes ese despertar...y ganas...Si tienes hijos...Hacerlo primero por uno mismo y luego por los hijos. Al principio se ve muy oscuro, pero, con mucha ayuda, se sale así como con muchas ganas y pensando en otras personas que estarán en esta misma situación. Yo quiero ayudar a más mujeres y que éstas se sientan comprendidas”.
María cuenta que ha ido, "con rabia", a la manifestación del 25N. "Fue un grito a nuestra sociedad que nos tiene anuladas". Y se muestra dispuesta a seguir denunciando la pasividad de esta sociedad en la que vivimos.
HIJOS
"Yo tuve varios hijos con esa persona y el círculo de la violencia es el mismo". Y lo describe: "Ocurridos los hechos, viene la luna de miel y se repite lo primero. En esa luna de miel vuelves a quedarte embarazada, piensas que todo está bien, que esa persona va a cambiar, que no va a volver a suceder...".
"Los niños sufren todo...A veces lo ven y otras no lo ven. Cuando no lo ven, como fue mi caso, hay que reeducarlos. Otra cosa que sucede en España es que, si no hay denuncia, los hijos no tienen ayuda psicológica. Lo hacen a través de la madre, cuando ella tiene ya bastante con su proceso se le suma el tener que ayudar a esas criaturas...".
En mi caso, el maltratador nunca reconoció que lo era ni lo reconoce en la actualidad. "Yo le llamaba manipulador. Hoy es el día en que no podemos mantener una conversación...". Se trata de "personas inseguras que se sienten con el poder de manejarte a su antojo...De eso te das cuenta con el tiempo, cuando empiezas a quererte a ti misma, cuando recuperas tu autoestima y ya has entendido ese proceso".
Después de un maltrato, María asegura que recomponer de nuevo tu vida "ha sido lo más complicado que he vivido. Yo he luchado por ser una persona independiente, por trabajar...". Y diferencia las mujeres que trabajan y las que no...Éstas están totalmente sometidas". No fue su caso. "Yo trabajaba porque a esta persona le convenía...". Hay varios perfiles de maltratadores...En mi caso, era una persona muy correcta, muy educada, aparentemente, que nadie podría imaginar lo contrario ni incluso la familia".
La actitud primera de una esposa es "esto se queda entre estas cuatro paredes. Pero cuando todo sale a la luz, la gente no te comprende...Has aguantado tantos años y cómo ahora...Es el ciclo de la violencia...Sucede que cuando eres independiente económicamente -esto me ayudó bastante- tienes que tomar una decisión. O cuidas de tus hijos y los ayudas emocionalmente en el proceso o los dejas yendo a trabajar 20 horas en un país donde no puedes pagar a una niñera que los cuide..., no hay ayudas de la Administración y los organismos de caridad están desbordados”.
"Yo tuve que dejar de trabajar para cuidar a mis hijos y ayudarlos en este proceso emocional". Para mí ha sido lo peor aunque lo más gratificante”, asegura.
FAMILIAS
El entorno familiar es también un obstáculo. "Me anularon completamente a la hora de una visita familiar...siempre anteponían lo malo...mira, tu padre...esto, tu madre...lo otro. Su visión era negativa...todas mis amigas eran malas, toda mi familia era mala...Y el objetivo final, alejarte de todo el mundo. Tú crees que su familia es tu familia...Sin embargo, a la hora de la verdad no lo es. Siempre tiran a favor de esa persona...En mi caso, él tenía varias hermanas y siempre había diferencias entre ellas y yo; entre sus hijos y los míos. Pero aun así, yo siempre terminaba cediendo...porque estás acostumbrada a la sumisión. Te acostumbras a ser sumisa y a no tener libertad de expresión".
Pero viene el cambio. “Cuando te das cuenta, entonces, das un puñetazo en la mesa al comprobar que no te quieren como te tendrían que querer...Te sientes sola e incomprendida por tu familia, porque esa persona ya ha conseguido alejarte totalmente...Encima su familia te tacha de provocadora...”
María denuncia que “la sociedad está dormida al consentir un maltrato físico o verbal y pensar que la víctima, como era mi caso, manipulaba la situación. Y todo se reduce a creer que hay que ir a un psiquiatra o a un psicólogo para saber si tú estás manipulando”.
“Entonces, yo me aferré mucho a Dios que fue mi ayuda en todo momento...Esto fue muy bueno porque el mundo espiritual me acercó a mí misma”. Un trabajo de introspección que resultó eficaz para volver en sí.
Entre las ayudas recibidas, María destaca los centros de violencia de género. "El personal que hay ahí son mujeres magníficas y están muy preparadas para ayudar. Fue llegar a ese centro y sentirme comprendida. Yo dije dos frases y esa persona me entendió...y comprendí que ese era mi lugar. Yo llegué allí pidiendo socorro, auxilio...Mi camino, la vida me fue llevando ahí. Llegar a ese centro, me salvó la vida”.
PROTOCOLOS
Cuando llega la policía a tu casa –sí que actúan con diligencia al llamarle- y dices lo que pasó...Creo que habría que aplicar unos protocolos en ese momento...La ayuda psicológica debería comenzar en ese preciso instante...En la actualidad, llega la policía y si quieres denunciar, bien y, si no, también bien. En mi caso, si quiero denunciar no me serviría de nada porque no puedo contar un hecho que pasó en 2008 y su gravedad porque terminan no creyéndote. Pasa incluso con una denuncia actual. A mí, como me abrieron un expediente en ese centro al que fui, accedo a un título habilitante que respalda mi vulnerabilidad. Menos mal que yo puedo presentar eso...que me puede ayudar en algún papeleo...”.
María reclama: “Debería haber un protocolo más eficaz, cuando una mujer decide llamar a la policía por primera vez. Ahora lo único que te dicen es: esa persona no va a entrar a tu casa...Entonces tú ya decidirás, más tarde, si le dejas pasar...o no...Y mañana si quieres pones la denuncia...o no...Si pones denuncia, te ayudan de muchas formas -que tampoco lo creo visto lo visto- y, si no la pones, no hay nada de nada. Creo que en ese momento debería venir todo un equipo e indagar...”.
SECUELAS
El maltrato deja una huella. Como dice María, secuelas. "Sobre todo a la hora de atraer a otra persona...Uno queda sin autoestima. Todo cambia cuando uno empieza en el camino a aprender a quererse..., esto es, tú eres lo primero, lo más importante...Por eso, cuando tú no sabes cerrar un ciclo, es posible que atraigas a una persona igual...Es muy importante esa ayuda psicológica, el ser enseñable para adquirir toda esa información y realizar esos ejercicios que una psicóloga te puede aconsejar”.
Los patrones a los que responden el común de los mortales no ahorran nada a la víctima de maltrato. “Esa soledad, esa estructura de familia que tienes en tu cabeza...el deseo de querer tener un hogar, una familia,...por eso uno aguanta...Estamos acostumbrados a lo tradicional...Al qué dirán, si lo dejo...Esa codependencia...Desde el colegio...no estamos preparados...La enseñanza actual no ayuda en cuanto a la autoestima...”, concluye.
El secreto del cambio. Para salir adelante María empezó a hacer ejercicio, leer, escuchar audios de desarrollo personal...y “a amarme a mí misma más que a nada ni a nadie en este mundo. Cuando esto empieza a ocurrir, atraes otro tipo de personas. Entonces empiezas a notar que hay algo mejor y que el amor...no solo es estar al lado de un maltratador”.