Entré en Baião, distrito de Oporto, de la mano del
escritor luso Eça de Queiroz, aunque tengo que confesar que todavía no pisé
esta población lusa con paisaje entre el Duero y el Miño con toque transmontano.
¡Atractivo!
Eça o su ‘alter ego’, se me presentó en una feria y me dejé seducir por su discurso. Me obsequió con un libro de la Fundación Eça de Queiroz sobre los viajes del escritor por Portugal.
Recuerdo que el personaje me habló de ‘su’ libro ‘La
Ciudad y las Sierras’ así como de la gastronomía presente en su obra. El
magnífico ‘arroz de favas con frango frito’.
Luego investigué en la documentación de la que me proveyó el ilustre personaje al que ‘entrevisté’. Descubrí platos como ‘o anho assado com arroz de forno’, los ahumados tradicionales, la carne arauquesa y el ‘biscoito da Teixeira’, indispensable en las romerías del Norte de Portugal...Para acompañar, con dignidad, estas delicias, la ‘broa de milho’ y los cítricos da Pala, sin olvidar licores, quesos, mermeladas y compotas, cogumelos, los chocolates o el aceite aromatizado, los frutos silvestres, hierbas aromáticas, la miel y las almendras.
Del vino me dijo: "Entra en el alma más que muchos
poemas o libros piadosos”. Me informé y descubrí los ‘vinhos da casta avesso’ y
los espumosos naturales.
En vida natural, Baião es pródiga. Valles poderosamente excavados donde serpentean algunos cursos de agua como las del Ovil, del Zézere, y el de Teixeira.
Las sierras plenas de biodiversidad, indispensables para que existan esos valles, son Serra da Aboboreira con su bosque natural de carballos; la Serra do Castelo por entero en el Concelho de Baião; Serra do Marão, macizo de pizarra con una avifauna diversa.
En cursos fluviales, también destaca este Concelho por su grado de conservación y valor ecológico, como el río Teixeria, cuya superficie, dicen, patrullan las libélulas; el río Ovil, del que los turistas valoran la pureza de sus aguas, así como la carballeira da Reixela, el bosque autóctono más importante de todo el litoral del Duero.
Baião también es tierra milenaria. La transformación que el hombre hizo de este territorio a lo largo de millares de años resultó en un paisaje de gran valor cultural con un fuerte legado patrimonial. En las Sierra de Aboboreira y Castelo hay sepulturas con 'mamoa'. Del siglo I y II se conserva en el Museo Municipal de Arqueología de Baião diversos objetos de esas épocas. No faltan vestigios de la romanización, cuando, preferentemente, habitaban en las vertientes y valles de los principales cursos de agua. En época medieval los destinos de la Tierra ‘de Bayam’ eran regidos desde el castillo de Matos.
El Monasterio de San Andrés de Ancede, construido en el
siglo XII por Afonso Henriques, fue un punto fuerte en la comercialización del
vino.
Me gustaría conocer en vivo estas tierras, cuando pase todo esto…
