Este lugar geográfico le confiere unas excelentes condiciones naturales para la defensa. Así el Castillo de Ansiães aparece ante el visitante con su historia milenaria, ya que nos retrotrae al tercer milenio antes de Cristo. Desde ese periodo las características geomorfológicas del lugar han contribuido a la ocupación continua de esta topografía. La vocación de este lugar para la defensa natural adquiere particular importancia durante el proceso de la Reconquista Cristiana.
En ese momento, siglo XI, a Ansiãis se le concede su primera carta foral de la mano del rey leonés, Fernando Magno. Los siglos XII, XIII, XIV e XV son de un crecimiento exponencial de este recinto amurallado. Alfonso Henriques en 1160, Sancho I en 1198, Alfonso II en 1219 y finalmente D. Manuel I en 1510. Al final del siglo XV, y particularmente en el siglo XVI, una tendencia demográfica con carácter depresivo comienza a afectar la zona y, en 1527, algunas aldeas se constituían el municipio contaban con una población superior a la de Ansiãis.
En las siguientes centurias este movimiento se fue agudizando, culminando en la transferencia de la casa do Concello para Carrazeda, cosa que ocurrió en 1734, por el hecho de residir en el antiguo reducto un número reducido de personas.
La iglesia de San Salvador de Ansiãis merece la visita pausada del visitante. Se trata de un templo románico constituido por dos cuerpos: nave y capilla-presbiterio. Sin embargo, su originalidad estriba en el tímpano ‘Pantocrator’ de la entrada principal cuya iconografía de ‘Cristo Majestuoso’ constituye el ejemplo más completo de románico portugués. Tan solo existen 4 iconografías semejantes en todo Portugal.