El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, trasladó hoy al sector que el Gobierno gallego pondrá en marcha en los próximos meses una línea de ayudas, por importe de 4 millones de euros, para impulsar la instalación en Galicia de plantas de fabricación de componentes de energías renovables y almacenamiento energético, y precisó que será la primera de hasta una decena de líneas de apoyo a este sector.
El titular del Ejecutivo gallego se lo transmitió en la reunión que mantuvo, esta mañana, en Ferrol con las juntas directivas de los clústeres del naval y de las energías renovables, Aclunaga y Cluergal, respectivamente, y con representantes de Iberdrola y Windar, que se produce después de que el pasado mes de abril el consorcio Navantia-Windar llegara a un acuerdo con Iberdrola para cerrar el mayor contrato hasta la fecha con Navantia para la fabricación de monopiles, un tipo de cimentación para las instalaciones de eólica marina, que va a generar una cantidad importante de empleo.
Rueda consideró que este acuerdo sitúa a Ferrol, en particular, y a Galicia, en general, en una situación muy competitiva a nivel español y europeo. “Esta alianza ganadora nos colocan en una situación absolutamente pionera y una referencia para muchísimos encargos de muchísimos lugares de Europa”, afirmó.
El presidente gallego dijo que nuestra tierra y toda la industria y tejido empresarial que se mueve alrededor de las energías renovables “tiene ahora mismo mucho presente pero va a tener muchísimo futuro, especialmente aquí, en esta comarca de Ferrolterra”, y garantizó el apoyo “absoluto, decidido y claro” de la Xunta de Galicia.
Rueda enmarcó estas líneas de ayudas dentro de la planificación que está haciendo el Gobierno gallego para un aprovechamiento de las energías renovables de una manera ordenada, sostenible y respetuosa con los recursos naturales y pesqueros, tal y como indicó que testimonian la futura Ley de gestión de los recursos naturales, que promoverá que retornen a Galicia beneficios sociales y económicos de los proyectos que se pongan en marcha; o el diálogo con el sector industrial y pesquero a través del Observatorio de la eólica marina.