La Xunta lanza la primera Guía de buenas prácticas en los carteles publicitarios de Galicia, un manual de carácter técnico disponible en formato papel y también digital en el que se recopilan una serie de recomendaciones y criterios homogéneos con el objetivo de contribuir a integrar este tipo de elementos en los paisajes urbanos y rurales donde se localizan, de manera armónica y con el menor impacto posible.
Con un enfoque eminentemente práctico y divulgativo, el documento fue presentado esta mañana en la Escuela de arte y superior de diseño Pablo Picasso (EASD) de A Coruña por la conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez, en el marco de un acto en el que estuvo acompañada por el delegado territorial de la Xunta en A Coruña, Gonzalo Trenor, y el director del Instituto de Estudios del Territorio (IET), Enrique de Salvador.
Con esta son ya 13 las guías que elabora y publica el IET desde el año 2012 en el marco de la Colección Paisaje Gallego, que engloba un conjunto de publicaciones que tienen como hilo conductor el objetivo de ayudar a divulgar los valores paisajísticos de la Comunidad entre administraciones públicas, colectivos profesionales y ciudadanía en general.
En este caso concreto, la conselleira explicó que gracias al nuevo manual —con una tirada inicial de 500 ejemplares y que desde hoy ya está disponible para descarga en la web del IET— se fijan directrices y soluciones idóneas a la hora de introducir letreros anunciadores, paneles o rótulos en edificios y en otros puntos del territorio para evitar que tengan un impacto negativo sobre el paisaje y mismo en la imagen de las empresas o establecimientos anunciados ya que, por su propia función, este tipo de elementos buscan destacar e imponerse sobre los valores y elementos que los rodean.
El objetivo, tal y como incidió, es ofrecer una guía técnica para orientar a promotores, propietarios y administraciones sobre la instalación de este tipo de elementos publicitarios en equilibrio con el entorno, diseñando carteles respetuosos con el paisaje, buscando una coherencia en los materiales, formas y colores empleados.
Tras agradecer a la dirección y al alumnado de la escuela Pablo Picasso su implicación “desde lo principio” en esta guía, a lo que contribuyeron con trabajo de campo y analizando el impacto de los carteles en el paisaje urbano coruñesa, Ángeles Vázquez destacó que la publicación presentada hoy se enmarca en la apuesta de la Xunta por el fermosismo, que busca promover prácticas y actuaciones que contribuyan a integrar los elementos y construcciones ligados a la actividad humana con el entorno y los diferentes tipos de paisaje existentes.
TIPOS DE PAISAJES Y CONCLUSIONES
La Guía de buenas prácticas en los carteles publicitarios identifica cinco tipos de paisajes con unas peculiaridades propias que requieren de una serie de directrices específicas respeto de la colocación y características que deben tener estos elementos en cada zona: núcleos históricos, ensanches, periferias urbanas, polígonos industriales y medio rural.
Los problemas más habituales detectados tienen que ver con el gran tamaño de los rótulos, paneles o letreros instalados, el recurso para llamar la atención a colores estridentes y poco acordes con el entorno, o su disposición sobre fachadas y otros espacios, con una acumulación excesiva de carteles que transmite una sensación de sobrecarga.
En todo caso, los cascos históricos son las zonas con las mejores condiciones en el que respeta a la publicidad en el exterior puesto que los planes especiales de protección con los que cuentan la mayoría prevén apartados específicos sobre carteles y rótulos; mientras que en la periferia urbana y en los polígonos industriales, este tipo de elementos, por sus grandes dimensiones, la localización en zonas altas y con grande visibilidad y la tendencia a acumular carteles en espacios reducidos, tienen un impacto considerable.
Además, en el caso de los desarrollos urbanos recientes (los llamados ensanches) los elementos más habituales son los rótulos, las banderolas y los toldos y las principales interferencias se producen por su colocación en las fachada y el uso de materiales plásticos y brillantes; mientras que en medio rural a presencia de este tipo de elementos publicitarios es mucho más reducida que en el resto pero la vulnerabilidad de su paisaje hace que el impacto que se produce pueda ser mucho mayor que en otro tipo de ámbitos.