El verano, con sus días largos y soleados, puede ser una época difícil para las personas mayores, especialmente para aquellas que viven solas o que tienen un círculo social limitado. El calor, la falta de actividad física y el aumento del tiempo que se pasa en casa pueden contribuir a sentimientos de soledad y aislamiento.
Las consecuencias de la soledad en las personas mayores pueden ser graves, tanto para la salud física como mental. La soledad puede aumentar el riesgo de:
- Depresión
- Ansiedad
- Demencia
- Enfermedades cardíacas
- Accidente cerebrovascular
- Debilitación del sistema inmunológico
Para combatir la soledad y sus efectos negativos, es importante que las personas mayores se mantengan activas y socialmente conectadas. Algunos consejos que pueden ayudar a reducir la soledad en las personas mayores son:
- Mantener contacto regular con familiares y amigos: Esto se puede hacer a través de llamadas telefónicas, videollamadas, correo electrónico o visitas en persona.
- Unirse a grupos o clubes para personas mayores: Existen muchos grupos y clubes para personas mayores que ofrecen una variedad de actividades, como clases, excursiones y eventos sociales.
- Ser voluntario: El voluntariado es una excelente manera de conocer gente nueva, hacer nuevos amigos y sentirse útil.
- Participar en actividades comunitarias: Hay muchas actividades comunitarias en las que las personas mayores pueden participar, como asistir a conciertos, ir al teatro o tomar clases de baile.
Es importante que las personas mayores también cuiden su salud física y mental. Comer una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y reducir el riesgo de enfermedades.
Si usted es una persona mayor que se siente sola, o si conoce a una persona mayor que se siente sola, hay muchos recursos disponibles para ayudar. Puede comunicarse con un amigo o familiar de confianza, o puede llamar a una línea directa para personas mayores. También puede buscar ayuda profesional de un terapeuta o consejero.
Protegiéndose del calor:
El calor del verano también puede ser peligroso para las personas mayores, especialmente para aquellas que tienen problemas de salud crónicos. Las personas mayores son más propensas a sufrir un golpe de calor, que es una emergencia médica que puede ser mortal.
Para protegerse del calor, las personas mayores deben:
- Beber muchos líquidos: Es importante beber agua incluso si no se tiene sed.
- Evitar la exposición al sol durante las horas centrales del día (entre 11:00 y 17:00 h).
- Usar ropa ligera, holgada y de colores claros.
- Permanecer en lugares frescos y aireados.
- Tomar baños o duchas con frecuencia.
- Consumir alimentos frescos y ligeros.
- Prestar atención a los signos de alerta de golpe de calor: Dolor de cabeza, piel seca, sudoración excesiva, respiración agitada, pulso excesivo, hiperventilación, sensación de debilidad, calambres y fiebre.
Si usted ve a una persona mayor que parece estar sufriendo un golpe de calor, llame al 112 inmediatamente.
Recursos adicionales:
- Cuideo: https://cuideo.com/
- Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG): https://www.segg.es/
- Instituto Galego de Estadística: https://www.ige.gal/
Es importante recordar que las personas mayores son especialmente vulnerables al calor y a la soledad. Si usted es una persona mayor o conoce a alguna, es importante tomar medidas para protegerse durante el verano.
Los cuidadores profesionales pueden brindar un apoyo invaluable a las personas mayores durante este tiempo, proporcionándoles compañía, asistencia con las actividades diarias y supervisión para garantizar su seguridad y bienestar.
