La dieta atlántica, arraigada en la tradición gallega y del norte de Portugal, está siendo reconocida a nivel mundial por sus propiedades saludables. En las XXXV Jornadas Luis Asorey, organizadas por la Real Academia Galega de Ciencias y la Deputación de Lugo, expertos en nutrición han destacado los beneficios de esta alimentación ancestral, basada en productos frescos, de temporada y de origen local.
Rosaura Leis, catedrática de Pediatría y referente en nutrición, ha subrayado que la dieta atlántica es mucho más que una moda pasajera. "Es un patrón alimentario saludable y bioactivo, caracterizado por el consumo de pescado, marisco, frutas, verduras, legumbres y cereales integrales", explica la experta. "Esta alimentación, rica en nutrientes esenciales como omega-3, vitamina D y antioxidantes, se ha asociado a una menor prevalencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes, algunos tipos de cáncer y otras patologías crónicas."
¿Por qué es tan beneficiosa la dieta atlántica?
- Mayor longevidad y mejor calidad de vida: Estudios científicos han demostrado que las poblaciones que siguen una dieta atlántica tienen una esperanza de vida más larga y una mejor calidad de vida.
- Protección frente a enfermedades: La dieta atlántica es rica en nutrientes que ayudan a prevenir enfermedades crónicas como las cardiovasculares, la diabetes y ciertos tipos de cáncer.
- Sostenibilidad: Al basarse en productos locales y de temporada, la dieta atlántica reduce el impacto ambiental y contribuye a la sostenibilidad.
- Beneficios para la salud mental: Algunos estudios sugieren que la dieta atlántica puede tener un efecto positivo en la salud mental, mejorando el estado de ánimo y reduciendo el estrés.
¿Cómo podemos incorporar la dieta atlántica a nuestra vida diaria?
- Priorizar alimentos frescos y de temporada: Opta por frutas, verduras y pescados de temporada, que suelen ser más nutritivos y económicos.
- Cocinar en casa: Prepara tus propias comidas utilizando ingredientes frescos y técnicas de cocción saludables como el horno, la plancha o el vapor.
- Reducir el consumo de alimentos procesados: Limita el consumo de alimentos ultraprocesados, ricos en azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio.
- Consumir legumbres y cereales integrales: Incorpora legumbres como lentejas, garbanzos y alubias, y cereales integrales como el arroz integral, la avena y el centeno a tu dieta.
La dieta atlántica es un legado que debemos preservar y transmitir a las futuras generaciones. Adoptar este patrón alimentario es una inversión en nuestra salud y en la salud del planeta.