Un río en la frontera como ‘o pai Miño’ necesita un orden para unir dos países. La Armada Española lleva más de 140 años ocupándose al alimón con la Marinha portuguesa de estas aguas internacionales en un tramo de 76 kilómetros. El buque de la Armada ‘Cabo Fradera’ desde setiembre de 1963 patrulla estas aguas y le antecedieron otros tres buques que llevaron el mismo nombre. Desde 1989 existen las dependencias de la Comandancia Naval del Miño que se coordinan con la Marinha lusa, establecida en Caminha, para velar por el buen uso de estas aguas. En nuestro país, al frente, el Comandante Naval del Miño, Juan Díaz Rodríguez, con la colaboración del capitán de Corbeta, Roberto Casal. La Armada Española y este buque están muy arraigados y son muy queridos en Tui. DL-G fue invitado a conocer de cerca el trabajo de estos 40 hombres.
Díaz Rodríguez, el Comandante Naval del Miño, lleva casi un año en este destino. Aunque nació en Cartagena, su infancia la pasó en Galicia. Su madre es gallega y la familia está vinculada a Aldán y a Pontevedra. Juan Díaz estudió en la Escuela Naval Militar y estuvo en Ferrol en dos etapas distintas. “El tener unas raíces gallegas me ha facilitado un poco el aterrizaje. Cuando llega alguien que no es gallego, precisa adaptarse…”.
Sin embargo, no conocía tan bien el Miño como ahora. “Estoy encantado. Esta zona de Galicia es maravillosa. Yo conocía más las rías…y el Miño me está encantando. Es una experiencia magnífica profesional y personalmente. Mi familia está muy contenta aquí”.
CONTINUIDAD
“Cuando llegué aquí, lo hice con el afán de continuar el trabajo de mis predecesores. La verdad es que los comandantes navales que me han precedido han realizado un trabajo excelente y me han allanado mucho el camino. Yo quiero mantener esa continuidad: las buenas relaciones con los portugueses y solventar algunos pequeños problemas que puedan tener los pescadores sobre la normativa o si quieren hacer esto o lo otro…Pero básicamente continuidad. El sistema funciona y la actividad se sigue desarrollando con normalidad”.
“La Comandancia está muy arraigada en Tui. Inicialmente comenzó solo con el buque Cabo Fradera ya que las instalaciones de la Comandancia fueron posteriores, en el año 89. Como digo, tiene mucho arraigo entre los tudenses, que tienen mucho cariño a la Armada Española. Son muchos los que han hecho la mili en el Fradera y en la Comandancia Naval. No sólo de Tui sino de todo el tramo internacional del Miño de las comarcas de Baixo Miño y Condado-Paradanta. También la relación con el Concello o con la Guardia Civil u otras instituciones es muy estrecha”.
CABO FRADERA
El Capitán de Corbeta, Roberto Casal, gallego de Vilaboa, dirige el buque ‘Cabo Fradera’, desde hace dos años y medio, “el segundo buque, en servicio, más antiguo de la Armada, después de Elcano, que presta sus servicios a España. Llegó a Tui en septiembre de 1963. Es muy querido en Tui y esperamos que siga muchos años más. Se conserva muy bien. Es un buque de28 toneladas y 18 metros de eslora. Para navegar por el Miño es perfecto porque tiene bajo calado y nos permite llegar a cualquier punto de la desembocadura, sin problema alguno”.
Quizá un patrullero sea un elemento disuasorio. Casal dice que, ciertamente, “la gente le tiene mucho respeto y se nos quiere mucho en el río”.
Las misiones del Cabo Fraderas son las de proteger y conservar el entorno fluvial; proteger los intereses nacionales; fiscalizar la pesca, la caza y la náutica de recreo. También se encarga de la vigilancia medio ambiental y efectúa colaboraciones con otros organismos e instituciones e incluso con la Marinha portuguesa que está próxima en Vila Nova de Cerveira.
“Nosotros sólo podemos fiscalizar en el río pero si una persona huye a la orilla lusa no podemos intervenir”. Roberto Casal dice esto a propósito de que alguno se escapó a la orilla portuguesa para no poder ser fiscalizado por la Armada Española. O algún español ha hecho lo mismo con las autoridades portuguesas. Esto acaba con el aviso a las autoridades competentes portuguesas o, viceversa, a las españolas.
MIÑO, RÍO DE USO COMPARTIDO
Juan Díaz explica cómo gracias al Cabo Fraderas “podemos mantener nuestras patrullas en el río, especialmente en la zona baja, en la desembocadura. El Fradera es nuestro medio principal para fiscalizar las actividades que se desarrollan en el Miño. Nuestros cometidos son los mismos que los de la Marinha portuguesa. Se derivan del Tratado Límites que se firmó en el siglo diecinueve entre España y Portugal. Establece que el río es de uso compartido”.
Esta fiscalización de la caza, la pesca y las actividades de recreo se sujeta a una normativa común de ambos países y se actualiza todos los años para el buen ejercicio de estas actividades, explica el Comandante.
“De vez en cuando hay alguna infracción…es casi inevitable, como ocurre en las carreteras…Pero la gente es muy respetuosa. Nos ven como quien les está prestando un servicio y no alguien a quien evitar…Saben que estamos para darles un servicio y prestarles una ayuda, para que se explote el río de manera segura y para asegurar el futuro de los recursos”, describe el Comandante.
COMISIÓN
Lo cierto es que en el tramo internacional del Miño confluyen distintas administraciones, como el gobierno central, la Xunta de Galicia y las administraciones locales o ayuntamientos. Para coordinarlas existe un órgano que es la Comisión Permanente Internacional del Río Miño. Son copresidentes el Comandante Naval del Miño y su homólogo portugués, el Capitán del Puerto de Caminha.
Este órgano es un verdadero foro. “En esta Comisión se tratan los asuntos de pesca y caza junto con otros asuntos que las distintas administraciones necesita poner en un foro común. Ahí, hablamos los dos países y nos alcanzamos acuerdos que se convierten en acciones”.
NÁUTICA DE RECREO
De los tres temas en los que trabaja la Armada, tan solo uno está sin unificar criterios. “Solo hay una nota pendiente, la náutica de recreo. Hay que crear un Acuerdo Internacional de Náutica de recreo que sirva para todo el tramo internacional del Miño”. Y se explica: “Ahora mismo hay tres normativas diferentes. Por una parte, la Capitanía de Vigo que, por competencias, es la zona más costera; la Confederación Hidrográfica; y la Administración lusa. Tenemos tres normativas que no son exactamente iguales. Nos gustaría –y por ello estamos trabajando- que sea una única normativa para los dos países y para todo el tramo internacional del río Miño”.
TURISMO
El desarrollo del turismo en el Miño es otra componente importante del río. Juan Díaz conoce el programa ‘Miño Navegable’. “A nosotros se nos ha consultado muy ligeramente y hemos prestado cierto apoyo. Sé que se ha hecho un esfuerzo financiado con fondos europeos. Este año iba a comenzar, pero la pandemia…Ciertamente, el río Miño es algo que convendría disfrutar algo más. Creo que se disfruta poco. No se ve tanta gente como en las playas de la rías…Tiene menos atracción pero no es menos atractivo. Iniciativa como ‘Miño Navegable’, pero hay que ver cómo acaban solucionándose…”.
El Comandante Díaz Rodríguez corrobora que el “Miño es un lugar único para estar en contacto con la Naturaleza. Tanto en el agua como en sus riberas es un sitio único”.
Para nuestros lectores de DL-G dice: “El Miño no separa. Y lejos de separar es un foco de atracción. Y eso se refleja en el desempeño de nuestras funciones y de nuestras muchas relaciones con los portugueses”. Por eso, razona, las normas que se han dado ambos países para el tramo internacional del Miño “son reflejo de las buenas relaciones que existen entre estos países, España y Portugal, en muchos ámbitos no solo en el militar. Portugal y España nos llevamos bien, somos hermanos todos”.
Impresiones en el Miño con la Armada
Por G. Sierra
Estuve visitando la Comandancia Naval del Miño y navegando por él en el patrullero “Cabo Fradera” acompañado por el comandante D. Juan Díaz y el Capitán de Corbeta D. Roberto Casal. .
Hace unos años, recuerdo con nitidez, paseando por la ladera del Miño nos encontramos con la comandancia y yo pregunté ¿esto qué es? Pensamos en la Armada batallando por esos mares de Dios…, parece ser que hace otras muchas cosas.
Nada más llegar, en un ambiente de “austeridad militar”, empezamos a comprender que se trataba de un lugar especial muy desconocido por el gran público, si exceptuamos a la población que reside en los aledaños del gran Miño.
Buenas sensaciones, un personal sencillo, laborioso, organizado y con una misión: prestar un servicio, poner orden en el Miño pero con un talante negociador y dialogante.
La Comandancia presta sus servicios desde 1878, esta tradición es un valor añadido que se huele y palpa -aprovecharse de la experiencia de los ancestros cuando lo han hecho bien es un valor y es inteligente-.
Veremos esta Tradición en la evolución de sus principales embarcaciones:
- Cañonero “Segura” 1878/1898.
- Guardapescas “Perla” 1898/1928.
- Lancha Fluvial “ Cabo Fradera” 1928/1963.
- PVI “ Cabo fradera” desde 1963, embarcación más antigua de la Armada después de “Juan Sebastian Elcano”.
El comandante nos lo expresó muy bien: gran labor de los predecesores, continuar en el empeño.
En la Comandancia no se respiran grandes lujos, huele a austeridad, sí se respira organización, trabajo en equipo. Da la sensación de que cada cual sabe muy bien lo que tiene que hacer.
Dotada de medios materiales sencillos: edificios austeros, fragata, embarcaciones menores, vehículos, destacamentos, un personal entrenado y una larga experiencia.
Conocen muy bien los 73km del Miño, sus mareas, sus distintos tramos, sus aledaños. Conocen también a los pescadores profesionales y aficionados, cazadores y deportistas.
Es necesario saber también de pesca: la anguila y la lamprea como especies fundamentales, seguidos del salmón cuya venta está prohibida en España.
Para controlar el Miño es importante conocer los aledaños, las poblaciones y personas en las laderas luso-galaicas del Miño: A Guarda, O Rosal, Vilanova de Cerveira, Tomiño, Valença, Tui, Salvaterra, Monçao, As Neves, Melgaço, Arbo, Crecente.
La Armada realiza sus funciones en Patrulleras, embarcaciones menores y también a pie.
El destino del Miño es puntero en España en lo que se refiere a ríos, por su volumen, poblaciones y movimientos. Se trata de un destino complejo en donde se desarrollan muchos saberes y confluyen muchos intereses.
Hay que conocer el río, sus laderas y mareas. Hay que conocer la actividad pesquera y la caza. Hay que conocer las mentalidades española y portuguesa. Hay que saber tratar con personalidades e instituciones.
Finalmente, hay una continua actividad legislativa de la Armada y el Ministerio de Asuntos Exteriores: Tratados, Reglamento, Convenios, Códigos, reuniones y comisiones. Me da la sensación de que el Miño impone su ley, en el sentido de que la información va de abajo a arriba y no viceversa.
Todo empieza con reuniones con pescadores, alcaldes, deportistas que trasladan información a la Comandancia y a su vez esta información llega a las altas esferas que finalmente regula y legisla.
Estas regulaciones se van actualizando y son útiles para organizar el Miño y su entorno.
Voy terminando, como el diputado audaz que abusa de su tribuna: no he visto una Comandancia de gente estirada y vestida de blanco, más bien gente normal y muy organizada. Parece que suplen la falta de medios con larga experiencia y buen hacer.
Tono dialogante, buenos conversadores y dispuestos a escuchar. Como si el río tuviera algo que contar. Dicen que del Miño siempre se aprende algo.
En la comandancia se busca servir sin descuidar su función de autoridad, una autoridad dialogante y flexible.
Y abandonamos el Miño con su encanto, mar de plata. Aunque no estoy seguro, parece que el Miño nos chivó, frente a la arboledas verdes rieladas en sus aguas, que está contento con La Armada.