La Xunta abre a partir de este viernes el plazo de presentación de solicitudes para la pesca de la lamprea en las pesquerías del río Tea. Así se recoge en la Orden que publica hoy el Diario Oficial de Galicia (DOG) con el fin de regular y autorizar la pesca de esta especie en esta zona así como fijar el período y las condiciones para poder participar en la temporada de 2022.
El período hábil se extenderá de 7 de febrero a 22 de mayo y se realizará en días alternos: los lunes, miércoles y viernes desde las estacadas impares; y los martes, jueves y sábados desde las pares. Se prohíbe la pesca desde las 08,00 horas de los domingos hasta las 21,00 horas de los lunes; por lo tanto, se permite la pesca desde las 21,00 horas del día autorizado hasta las 08,00 horas del día siguiente.
La lamprea (Petromizon marinus) es una especie piscícola muy particular en lo que respecta a su aprovechamiento, en el que se siguen utilizando procedimientos y arte tradicionales que están prohibidos para el resto de las especies. Esta es la razón por la que cada año se establece un régimen especial para su pesca con el objetivo de que se realice un aprovechamiento específico y ordenado.
Así, las lampreas se pescan desde pontones de madera (estacadas) autorizadas previamente. En cada una pueden pescar cuatro personas, que accederán a estos puestos para la colocación de estacadas mediante un sorteo público previo, que en esta ocasión tendrá lugar el próximo 4 de febrero en el refugio de la Freixa (Ponteareas), a las 11 horas.
El plazo para la presentación de solicitudes será de 10 días hábiles a contar a partir del viernes, 7 de enero. Una vez finalizado este período, se elaborará una lista con los admitidos y excluidos para participar en el dicho sorteo. De acuerdo con el número obtenido, cada persona adjudicataria retirará un lote de permisos de cuarta categoría para toda la temporada, después de pagar el precio público que corresponda y de presentar la licencia de pesca correspondiente.
Además, como viene siendo habitual, se le entregará la cada pescador, junto con los permisos, un libro o hoja de registro de capturas, que deberá mantener debidamente cubierto y siempre a la disposición de las autoridades competentes.
