La Xunta de Galicia ha adjudicado por más de 2 millones de euros la construcción de una nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR) en Salvaterra de Miño, con el objetivo de mejorar el servicio de saneamiento en este municipio pontevedrés, fronterizo con Portugal.
Durante una visita al lugar donde se ubicará la nueva instalación, la conselleira de Medio Ambiente y Cambio Climático, Ángeles Vázquez, anunció que, tras la adjudicación del contrato, se prevé que las obras comiencen antes de que finalice el primer trimestre de este año y que estén terminadas a finales de 2025.
La conselleira explicó que esta actuación está financiada por la Xunta y el Ayuntamiento, y cuenta también con fondos de la Unión Europea a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader). La futura EDAR, que se construirá en la cuenca del río Mendo, está diseñada para dar servicio a los 2.310 habitantes que se esperan en el horizonte del año 2040 en siete parroquias del ayuntamiento: Leirado, Soutolobre, Corzáns, Fiolledo, Oleiros, Meder y Salvaterra.
La nueva EDAR, formulada para un caudal punta de 118,08 m3/h, integrará los procesos de pretratamiento, by-pass general, bombeo y medida de agua bruta, medida del agua a tratar mediante caudalímetro electromagnético, decantación primaria y reactor biológico mediante biodiscos.
Además de la nueva depuradora, los trabajos incluyen la construcción de un colector de conexión a la red de la parroquia de Oleiros, un pozo de bombeo y un colector-emisario para el vertido del efluente ya depurado al río Miño.
La conselleira, acompañada por el director de Augas de Galicia, Roi Fernández, destacó que, si bien la prestación de los servicios de saneamiento y abastecimiento es competencia municipal, la Xunta lleva años prestando apoyo técnico y financiero a los ayuntamientos que lo necesitan, dentro de una estrategia que busca ofrecer una alternativa de gestión autonómica de los servicios del agua.
El presupuesto de Augas de Galicia para 2025 asciende a 144 millones de euros, de los que 73 millones se destinarán a la mejora de las infraestructuras del ciclo del agua para seguir apoyando a los ayuntamientos en el ejercicio de sus competencias en materia de gestión del agua y hacer un uso eficiente de ella para reducir la huella hídrica en la comunidad mediante inversiones en las redes de saneamiento, depuración y abastecimiento.