miércoles. 02.04.2025

Vigo se convirtió el pasado sábado en el epicentro de la tradición zamorana con el pregón de Semana Santa pronunciado por el magistrado Fernando Cabezas Lefler, invitado por la Casa de Zamora en Vigo. Zamorano de nacimiento y afincado en Pontevedra desde 2003, Cabezas Lefler ofreció un relato emotivo y personal de su vivencia de la Semana Santa en Zamora, recordando sus raíces y compartiendo anécdotas familiares.

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El magistrado Fernando Cabezas Lefler.
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Agradecimiento y raíces

"En primer lugar, es obligado agradecer a la Casa de Zamora que cuenten este año conmigo para un acto tan zamorano como es el pregón de Semana Santa", expresó Cabezas Lefler al inicio de su discurso, destacando el honor que sentía al participar en esta tradición. "Es para mí un honor, que comparto con mi familia y amigos, participar en esta iniciativa que a su vez es comienzo de uno de los periodos de mayor intensidad personal y colectiva de la provincia".

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Recuerdos y emociones

El magistrado compartió sus primeros recuerdos ligados a las cofradías y la emoción de desfilar, describiendo la transformación de los hogares zamoranos durante la Semana Santa: "Como si de una decoración navideña se tratara, en esos días los hogares de casi todos los zamoranos se transforman. Unas túnicas extendidas, los capuchones ya vestidos, y los diferentes complementos de las distintas cofradías, se instalaban en el ‘comedor nuevo’".

El auditorio estaba atento a sus palabras.
El auditorio estaba atento a sus palabras.

Cabezas Lefler también recordó la importancia de la meteorología en esos días, la preparación meticulosa para los desfiles y la sensación de orgullo al vestir la túnica: "Durante el trayecto a la iglesia sentía una especie de orgullo por llevar la túnica y, por qué no decirlo, una pequeña arrogancia al ver como otros chavales de mi edad me miraban".

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Cofradías y vivencias

El pregonero evocó con detalle las cofradías que marcaron su Semana Santa, como la del Silencio y la del Cristo de la Buena Muerte, describiendo la solemnidad de sus desfiles y la emoción de participar en ellos. Destacó momentos especiales como el juramento de silencio en la Catedral y el canto del "Jerusalén" en la Plaza de Santa Lucía.

También hizo mención a la Cofradía de Jesús Nazareno, conocida como la "de las cinco de la mañana", y a la Cofradía de la Soledad, con fuertes lazos familiares. "Y como no, la Soledad, Cofradía hermana de la anterior y que desde siempre estuvo presente en la familia, con mis tías Maruja, Anita y mi madre, que fueron Damas de la Soledad".

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Reflexiones y actualidad

Cabezas Lefler no dejó de lado la reflexión sobre la realidad actual, citando la "Ofrenda del Silencio" de 2009 y su cruda descripción de las injusticias del mundo. "No parece que el escenario haya cambiado mucho, con nuevas guerras, las ya conocidas y las olvidadas. Un mar mediterráneo que sigue siendo la tumba de sueños y unas orillas que acaban por ahogar las ilusiones de una vida mejor".

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Un pregón emotivo y personal

El pregón concluyó con una invitación a vivir la Semana Santa zamorana, destacando su singularidad y la emoción que transmite. "Así que, a los que ya conocéis la Semana Santa zamorana, volver otra vez y comprobar que son diferentes la luz, las calles… vosotros mismos, sentir de nuevo esas emociones. A los que aún no nos habéis visitado, hacerlo pronto y regresar con ‘vuestra’ Semana Santa cargada, como muchas de las tallas que habréis visto, sobre los corazones y las espaldas. Disfrutarla".

El magistrado Fernando Cabezas Lefler ofreció un pregón emotivo y personal, compartiendo sus vivencias y recuerdos de la Semana Santa zamorana, y conectando con el público a través de la autenticidad de su relato.

El magistrado Fernando Cabezas Lefler evoca su 'Semana Santa' personal en el pregón de...
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