La Xunta avanza a buen ritmo en las obras del búnker de radioterapia del Hospital Público de Montecelo, que prevé tener finalizadas este mismo año. Asimismo, la Xunta destinó este 2022 más de 4 millones de euros para equipar el futuro servicio de Radioterapia de O Montecelo. En concreto, en mayo de este año, el Gobierno gallego ya adjudicó la adquisición de dos nuevos aceleradores lineales por 4.440.700 €.
Las obras de construcción del hospital siguen avanzando de manera simultánea en diferentes estructuras y los próximos meses serán claves para el remate de varias zonas de edificación, que ya proyectan la imagen final de esta primera fase del centro hospitalario.
Una de esas estructuras es el búnker de radioterapia, que refleja la dimensión, la singularidad y la complejidad de la obra del Hospital Público de Montecelo, con una superficie en planta rectangular de 430 m2; y en cuya construcción se están empleando 1.225 m3 de hormigón y más de 120 toneladas de acero.
Con todo, estos grandes elementos constructivos de hormigón armado no son suficientes, por sí solos en la edificación convencional para disipar la radiactividad procedentes de los equipos de radioterapia de grandes dimensiones y última generación que albergará el búnker. Por eso, atendiendo a estas exigencias técnicas, para la ejecución de la que es una zona sensible y de especial protección, en el búnker se está empleando un hormigón de características especiales.
En este caso, se sustituyó como árido de mezcla el habitual granito de canteras por barita, un mineral que presenta unas propiedades únicas que confieren una elevada densidad. El resultado es la obtención de un hormigón baritado que amplía la densidad en un 30% con respeto al hormigón armado habitualmente utilizado en el sector de la construcción.
El cambio de granito procedente de canteras próximas por barita hace que el precio se multiplique, toda vez que en la actualidad no existen canteras nacionales operativas de este mineral, y que el coste de su extracción es elevado. En la obra hospitalaria de Pontevedra el material que se está empleando proviene de Marruecos y es trasladado por transporte marítimo.
Desde la loseta de cimentación del búnker parten los muros, con espesores que llegan hasta los 160 centímetros, y con una tapa superior, también maciza, que alcanza los 170 centímetros de grosor.
Para extremar la protección y la seguridad del personal médico y de los pacientes, el espacio interior del búnker se distribuye en forma de laberinto, con el objetivo de que la zona de exposición a los tratamientos radiológicos esté siempre separada y aislada de la zona de control médico, mediante gruesos muros de hormigón que protejan al personal médico y sanitario y a los pacientes.
La disposición y las características de obra son las de un auténtico refugio de radiactividad destinado a salvar vidas. La ejecución requiere de un proyecto específico, diferenciado del resto de la actuación, que necesita contar con la aprobación del Consejo de Seguridad Nuclear.
El búnker de radioterapia comenzó a construirse el pasado mes de octubre en la esquina sureste del nuevo edificio hospitalario. Está previsto que la estructura quede finalizada a finales de año, para continuar en los meses siguientes con el proceso de dotación de instalaciones, acabados y equipamiento radiológico. En ese espacio funcionarán dos equipos de radioterapia externa de grandes dimensiones y con tecnología de última generación.
ESTRUCTURA COMPLETA
De manera paralela, el edificio hospitalario también está avanzando en altura. Los trabajos actuales se concentran en la torre de hospitalización en “Z”. La obra de ampliación ya ha ejecutado más del 60% de toda la estructura armada y ya está finalizada la parte principal de la tabicaría de ladrillo, de las cubiertas y de las fachadas, en la que se despliega la envolvente y la carpintería de aluminio.
Al mismo tiempo se está completando la estructura de base de la zona que estuvo afectada por el retranqueo de la tubería del gas, en los terrenos en los que quedó concluida la fase de vaciamiento y las excavaciones.
Por lo tanto, los trabajos de ejecución del Hospital Público de Montecelo continúan avanzando a un ritmo intenso, tanto en la parte estructural como en la de edificación, para convertirse en el gran equipamiento asistencial de referencia para los más de 300.000 potenciales usuarios del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés.
Este proyecto transformador del Hospital Público de Montecelo es posible gracias a un esfuerzo inversor de la Xunta de más de 155 millones de euros, con una primera fase en ejecución que supone una aportación autonómica de más de 130 millones de euros.
Los Presupuestos de la Xunta del próximo año reservan para estos trabajos 64 millones de euros, una cantidad que incrementa en un 78% la partida actual, para un impulso definitivo a las obras, de referencia en el sector de la edificación hospitalaria.
En la actualidad trabajan en la ejecución del Hospital Público de Montecelo cerca de 200 operarios, si bien, en su conjunto, los trabajos movilizarán 2.600 trabajadores, con una fuerte contribución al empleo de nueva creación.