domingo. 24.11.2024

Mafalda segue viva

O outro día fixéronme chegar 42 frases de Mafalda, a nena arxentina que se converteu nun dos personaxes máis famosos do cómic. Rodeada sempre polos seus pais, seu irmán Guille e seus amigos (Felipe, Susanita, Libertad...) os seus comentarios ofrecen unha visión aguda e simpática do mundo.

O outro día fixéronme chegar 42 frases de Mafalda, a nena arxentina que se converteu nun dos personaxes máis famosos do cómic. Rodeada sempre polos seus pais, seu irmán Guille e seus amigos (Felipe, Susanita, Libertad...) os seus comentarios ofrecen unha visión aguda e simpática do mundo.

Escoitar a Mafalda dicindo o que ninguén se atreve a dicir, arranca sorrisos de complicidade porque o fai sempre sen ferir; desenmascarando o que tantas veces dáse por certo cando non o é.

Entre as súas frases sobre cambiar o mundo, non sei se quedarme coa de “Bueno, ¿y por qué en este año que viene no iniciamos de una buena vez la tan postergada construcción de un mundo mejor? ¿eh?” ou a de “¡Que levanten la mano los que estén hartos de ver el mundo manejado con los pies!”. Aínda que a de “¡Si en lugar de tropas el mundo estuviera lleno de orquestas sería una maravilla!” e a de “Como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo importante”, tamén son moi convincentes.

Entre as frases positivas de Mafalda sobre vivir a vida coas que poderíamos quedarnos están “Ya que amarnos los unos a otros no resulta, ¿por qué no probamos a amarnos los otros a los unos?”, e a de “Esa palomita no sabe lo que es el dinero y sin embargo es feliz”.

Sobre os seus comentarios sarcásticos, poderíamos elixir o de “Sí, ya sé, hay más problemólogos que solucionólogos, pero ¿qué vamos a hacerle?”; “¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?”; y “Buen día, ¿se han abolido ya las injusticias terrestres? Ah, ¿no? Despiértenme para el almuerzo entonces”.

Indirectas tamén ten unha morea. Como a de “Comienza el día con una sonrisa, verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo”; “Los cheques de tus burlas no tienen fondos en el banco de mi ánimo”; ou “Mamá, ¿yo a vos hasta qué edad tengo que obedecerte?”.

Sobre o desánimo, Mafalda di cousas como “Al final, ¿cómo es el asunto? ¿Uno va llevando su vida adelante, o la vida se lo lleva por delante a uno?”; ou “Debes seguir siempre la senda del bien. Lógico… ¡con el embotellamiento que debe haber en la autopista del mal!”.

E con connotacións políticas, poderíamos citar as de “Reconforta ver cómo poco a poco el hombre ha ido logrando dar rienda suelta a su libertad de limitarse”; ou a de “Papá, decime, cuando uno llega a tu edad… ¿logra distinguir una línea política de  garabato ideológico, o tampoco?”. Aínda que a de “Bueno, ¿y cuando la sociedad de consumo llegue a la saciedad de consumo, que?” tampouco está nada mal.

Mafalda segue viva
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