En estos días en que la prensa de todo el mundo se hace eco de los últimos movimientos en el tablero de ajedrez de Ucrania por parte de Vladimir Putin ordenando la movilización de reservistas con perfil especial, conductores de carros, expertos en transmisiones, pilotos de aeronave…, uno puede preguntarse: ¿Quién puede derrotar y parar a este hombre antes de que cumpla la amenaza que hizo de que el viento nuclear puede soplar hacia Occidente?
Putin estratégicamente está siendo derrotado en Ucrania. Quiso resarcirse de la falta de iniciativa, cuando el ejército ucraniano dio el puñetazo en el Dombás en la cuenca del rio Donets en 2014, que obligó al despliegue de la OSCE (Organización de Seguridad y Cooperación Europea) para analizar y supervisar que no se estaba atentando contra los derechos humanos de los prorrusos.
Ocho años después del incidente del Dombás, el gobierno ruso rompió el acuerdo de no agresión y de defensa firmado con Ucrania, a cambio de recibir el armamento nuclear y pesado desplegado en el país, cuando éste recibió su independencia. Por lo que sabedor de su potencial debilidad, la invasión sería una cosa breve.
Pero este paseo militar no se produjo por falta de estrategia militar, personal preparado y, sobre todo, el fallo estrepitoso de la logística. En el intento de asalto a Kiev, con el fin de hacer caer al gobierno de Volodimir Zelenski, las tropas rusas se quedaron sin combustible y sin comida y recibieron cuantiosas bajas.
El frente se estancó más de lo previsto por el mandatario ruso, censuró los medios propios para que su pueblo no supiese lo que pasaba, pero hoy día las informaciones corren a través de otros medios y su pueblo sabe de sobra lo que está pasando. Putin está desesperado, el pueblo empieza a salir a la calle, algunos políticos se desmarcan de su líder, porque la gota de agua que colmó el vaso es la movilización de reservistas, que no tienen interés, ni motivación para tomar parte de esta guerra.
Putin quiere meter miedo a la población occidental con la amenaza nuclear. Pero personalmente creo que el uso se limitaría a cabezas introducidas en municiones artilleras de calibre 155 mm o misiles de corto alcance, contra puntos e infraestructuras vitales ucranianos. Él necesita en la conquista de Ucrania consolidar el terreno y, para ello, que sean sus propias tropas quien lo pisen, por lo que el efecto radiactivo lo impediría.
Dado que la población no está mucho por la labor, que la moral de los soldados en Ucrania deja que desear, están desertando, abandonando el armamento. Pese a los intentos de las Fuerzas de Seguridad Interior de aplacar las revueltas de la población rusa, al final serán los propios rusos los artífices de la derrota total de Putin,
José Victorio Moure Rivera, militar retirado. Pontevedra