domingo. 24.11.2024

Un viejo compañero de viaje (2)

La vida nos mantiene firmes, a pesar de sus misterios y en la literatura la vida toma conciencia de sí misma: con sus riquezas y bajezas. Paraíso de sintonías que nos mejoran y enriquecen.
foto en blanco y negro de un hombre mayor leyendo y que se vea un camino
foto en blanco y negro de un hombre mayor leyendo y que se vea un camino

Seguimos escudriñando en la carta del papa Francisco sobre el papel de la literatura en la formación.

La vida nos mantiene firmes, a pesar de sus misterios y en la literatura la vida toma conciencia de sí misma: con sus riquezas y bajezas. Paraíso de sintonías que nos mejoran y enriquecen.

Con la literatura sintonizamos, es un algo cercano que muchas veces nos desgrana la vida. La literatura como reflejo y destello de lo que los hombres buscan y anhelan. Tensiones, dramas y deseos que escanean nuestros corazones y nuestras vidas. La literatura como sumatorio de corazones, en lo bueno y en lo menos bueno.

La literatura huye de la homogeneidad. Es cuenco donde muchos beben y reflejo de una complejidad y pluralidad. Por tanto, la carta nos invita a bucear, a encontrar nuestro propio camino en un mar casi sin fondo.

Cada caminante siga su camino. Hoy en nuestra búsqueda tenemos muchos medios, videos y comentarios para enfrentarnos a autores y libros difíciles que van desgranando y ayudándonos en el camino. A veces es interesante no enfrentarse directamente a las obras, utilicemos las ayudas y el debate literario aliñado por el “buen consejo”.  Buceando encontrarás tu propio camino literario.

Ya lo decía el gran Borges: “Si no te gusta un libro no lo leas”, la vida y la literatura van de la mano y en esa mar hay que buscar rutas personales.

La literatura como compañera de viaje con sus dramas, conflictos y soledades. Nadie te obliga a leer. Hay que respetar los tiempos personales. Cada momento personal, cada necesidad nos lleva a una lectura u otra. No somos lineales.

“La lectura es el único medio a través del cual nos deslizamos, involuntariamente, a menudo sin poder hacer nada, a la piel del otro, a la voz del otro, al alma del otro” Joyce Carol Oates.

“Los libros son como los amigos, no siempre es el mejor el que más nos gusta” Jacinto Benavente.

Seguiremos escudriñando la carta, sabedores de que algunos pensarán que aquí no se apuntan soluciones para los problemas del mundo. El mundo camina por otros derroteros según ellos, pero el viejo libro de papel es armamento pesado. Lectores no manipulables con ideas propias, raza de lectores que no se dejan seducir por “el gilipollismo imperante”.

Un viejo compañero de viaje (2)
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