El descubrimiento de la vacuna de la viruela por Edward Jenner, se produjo en 1796, y ha sido la primera vacuna de la historia, cuya difusión en Europa y España (que llevó la vacuna a América y Asia a través de la Expedición Balmis), salvó muchas vidas. Si bien dicho descubrimiento fue recibido con entusiasmo, también tuvo cierta oposición científica e ideológica por parte de obispos reaccionarios y filósofos ilustrados como Kant que se opusieron a la vacunación. Jenner no era consciente en aquel momento de que estaba abriendo la puerta al desarrollo de las vacunas contra las enfermedades humanas, lo que se produjo en el s. XIX gracias a los descubrimientos de Koch y Pasteur, que demostraron el origen infeccioso de muchas enfermedades, aislaron y cultivaron los gérmenes causantes de muchas enfermedades infecciosas y desarrollaron vacunas, métodos de esterilización y medicamentos.
Jenner, médico rural inglés, investigó muy a fondo la viruela de las vacas y a las personas que las ordeñaban. Observó que los ganaderos, y sobre todo las lecheras, que rozaban con sus manos las pústulas en las ubres de las vacas enfermas, contraían la viruela bovina, que les causaban ampollas en las manos; sin embargo, cuando tenían lugar epidemias de viruela humana, sus familias se contagiaban, pero no los ganaderos y las lecheras. El 14 de mayo de 1796, Jenner extrajo pus de las ampollas de que tenía Sarh Nelme, una campesina que tenía la viruela bovina, y se lo inoculó a James Phipps, hijo de su jardinero, que, al cabo de una semana, estuvo levemente enfermo durante dos días y se recuperó. Seis semanas después, Jenner infectó a ese niño con viruela humana, sin efectos visibles, e hizo lo mismo con otras 22 personas, y ninguna de ellas tuvo consecuencias graves ni murió, con lo cual demostró que su método funcionaba y la eficacia de la vacunación quedó demostrada, a pesar de que algunas de sus conjeturas desde el punto de vista científico fueran incorrectas, se convirtió en uno de los grandes avances y logros en la historia de la Medicina. Un médico británico, Timoteo O´Scanlan, en el año 1882, puso la primera vacuna de la viruela en España, concretamente en la ciudad de Ferrol. Posteriormente, Ramón Pérez Costales, médico y protector de Picasso en su etapa en A Coruña, puso en marcha un centro de vacunación con linfa de una vaca traída de Burdeos a bordo del barco de vapor Equateur.
El último caso conocido y registrado de viruela en el mundo tuvo lugar en Somalia en el año 1977. La viruela no fue erradicada por la OMS hasta el 8 de mayo de 1980. La lucha contra la viruela supuso un gran éxito del ser humano y un hito histórico de la Medicina, y el mejor ejemplo de ello ha sido sin lugar a dudas la Expedición Balmis, y nada mejor que acercarse a ver la exposición: “La vacuna de la viruela: su difusión en España y América”, que tiene lugar en la Casa de Cultura Salvador de Madariaga de A Coruña, y que estará abierta al público hasta el 12 de noviembre, de lunes a domingo, de 12.00 a 14.00 h y de 18.00 a 21.00 horas.
(*): Académico Correspondiente de la Real Academia de Medicina de Galicia.