Ha muerto Amancio, leyenda del fútbol español y mundial. No lo vi mucho jugar, porque cuando se retiró yo aún no había cumplido los nueve años y además en aquella época se retransmitían pocos partidos por televisión. Pero por eso mismo para mí era un mito: no haberlo visto mucho lo único que hacía era agrandarme su leyenda.
Amancio lideró con Gento “el Madrid de los yeyé” que ganó la sexta Copa de Europa; un Madrid caracterizado, aparte de por la juventud y las greñas de sus integrantes, por el hecho –hoy, más que insólito, inconcebible– de que todos eran españoles. Con el club blanco conquistó además nueve Ligas y tres Copas del Rey. Con la selección española fue también campeón de Europa en 1964, un triunfo sensacional. Tendrían que pasar 44 años hasta que nuestro país consiguiera una segunda Eurocopa.
Como entrenador, Amancio fue el descubridor de la Quinta del Buitre en el Castilla, único filial español campeón de la segunda división (1984). Era tal el respeto y el cariño que le tenían estos chavales –hoy al borde de los 60 años– que solo unas horas antes de su muerte fueron a visitarlo en el hospital. Una hermosa y justa despedida. Este éxito al frente del Castilla hizo que durante siete meses fuese también entrenador del primer equipo del Real Madrid. Además, desde el fallecimiento de Di Stéfano, era el presidente de honor del club blanco.
Amancio es una leyenda del fútbol español y mundial, pero también gallego. Resulta llamativo que entre los mejores futbolistas españoles (e internacionales) de la historia haya un buen número de gallegos. Tengo para mí que Amancio fue el mejor jugador gallego después de Luis Suárez, quien consiguió el único Balón de Oro del fútbol español en 1960. Suárez fue estrella del Barcelona –con el que ganó dos Ligas, dos Copas del Rey y dos Copas de Ferias (llamada luego Copa de la UEFA)– antes de ser traspasado al Inter de Milán –su traspaso fue el más caro de la historia del fútbol hasta esa fecha–, con el que consiguió dos Copas de Europa, dos Copas Intercontinentales y tres Ligas italianas. En 1964 protagonizó con Amancio otro podio histórico en el Balón de Oro, al flanquear, como segundo y tercero, respectivamente, al escocés Denis Daw, del Manchester United. Y no crean que no tenían competencia: por detrás de ellos quedaron mitos como el portugués Eusebio, el ruso Yashin o el italiano Rivera.
Mi particular top 11 del fútbol gallego de todos los tiempos (me salen más de 10, qué le vamos a hacer) lo completan Pahíño, Ufarte, Marcelino, Reija, Fran, Míchel Salgado, Aspas, Buyo y Acuña. Todos reúnen méritos más que de sobra: Pahíño fue dos veces Pichichi; Ufarte ganó tres Ligas y dos Copas con el Atlético de Madrid, pero antes había jugado en el Flamengo, en Brasil –cuando allí jugaban todas sus estrellas, antes de que emigraran a Europa–, y destacó tanto que lo compararon con Garrincha; Marcelino y Reija ganaron la Copa de Ferias y dos Copas de España con el Zaragoza de “los cinco magníficos”, marcando Marcelino el gol que le dio a España la primera Eurocopa; Fran consiguió seis títulos con el Dépor, formando con Mauro Silva un medio del campo que deslumbró a Europa; Míchel Salgado ganó dos Copas de Europa, cuatro Ligas y tres Supercopas con el Real Madrid y representó a España en 53 ocasiones; Aspas es el futbolista que más veces ha levantado el trofeo Zarra (al máximo goleador español de la Liga), cuatro, igualado con David Villa; Juan Acuña conquistó cuatro trofeos Zamora con el Dépor; y Buyo logró otros dos Zamora, además de treces títulos con el Real Madrid, entre ellos seis Ligas.
Este top 11 podría ser un top 12 si incluimos en él a un gallego nacido en Brasil, hijo de padres orensanos, que bien podría encabezarlo, por encima incluso de Suárez. Hablo de Pepe, el extraordinario extremo izquierda que acompañó a Pelé en todos los grandes éxitos del Santos y que ganó dos Copas del Mundo con Brasil sin llegar a jugar un solo minuto, porque en las dos se lesionó justo antes del inicio. Pepe es el santista que más títulos tiene –27, uno más que Pelé, entre ellos dos Copas Libertadores de América y dos Copas Intercontinentales– y el segundo artillero de la historia del club, solo por detrás de su mítico compañero. Por cierto que Pepe y Suárez coincidieron en un Barcelona-Santos en el Nou Camp en 1959. Tras retirarse, entrenó al Santos y a otros equipos brasileños, además de en Paraguay, Portugal, Catar y Japón, y a la selección de Perú.
Se ha ido Amancio, como antes se fueron Pahíño y Acuña, pero quedan Pepe, Suárez, Ufarte, Marcelino y Reija, además de Fran, Míchel Salgado, Aspas y Buyo, gloria todos del fútbol gallego e internacional.