viernes. 22.11.2024

El retrato del tiempo lento en Redondela

En realidad el protagonista es el fotógrafo. Todos le miran con la incredulidad de intuirse eternos. La pieza de ropa posada en el suelo, a la derecha, delata la incorporación última de un personaje necesario para la ocasión.

El tiempo parece haberse detenido en Redondela, ante un bazar convertido en escenario de una vida en la que cupiera todo: librería, papelería, postalería, perfumería, juguetería... 

La instantánea es un escaparate de seres que ya no son y de frusilerías banales, en una época de transición sobre el cambio de siglo.

En realidad el protagonista es el fotógrafo. Todos le miran con la incredulidad de intuirse eternos. La pieza de ropa posada en el suelo, a la derecha, delata la incorporación última de un personaje necesario para la ocasión.

La posición de los brazos y de las manos, en todos distinta, ha sido escenografiada por el retratista experto. Es definitoria de una intención  La escena ha sido compuesta.

Las indumentarias aportan matices. El orden de las cajas, en el interior, es más cuidado que el de la vidriera, cuyos productos: colonias, grabados, jabones.... nadie contempla.

Buenhijo Pérez Sobrino se acartela como Procurador en Tribunales y Notario Eclesiástico. 

Todo se hace lento, como en un instante eterno y artístico. Falta un espejo con el hacedor de estas Meninas de la Real Villa choqueira en la que el tiempo semeja detenido, para dejar volar a los relucientes trenes y permitir bajar a los fotógrafos recién llegados al oeste de España.

La obra se expone en el Museo del Mar de Vigo, en el marco de una exposición sobre el Camino Portugués a Santiago.

Pertenece a la Colección Thomas, del IEFC.

Alberto Barciela.
Periodista

El retrato del tiempo lento en Redondela
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