El Camino de Santiago cerró un 2024 de récords, con un aumento del 11,9% en la afluencia de peregrinos, alcanzando la cifra de 499.239 caminantes, según un informe de Santiago Ways, touroperador líder en la organización de viajes a esta ruta. Este informe analiza el impacto social, cultural, económico y ambiental del Camino, destacando tendencias clave para su futuro.
En un año récord para el turismo en España, con 94 millones de visitantes extranjeros, el Camino también experimentó un notable incremento, con un aumento del 3% en peregrinos españoles, procedentes principalmente de Andalucía, Madrid y la Comunidad Valenciana. A nivel internacional, destacan Estados Unidos, Italia y Alemania. Joseba Menoyo, fundador de Santiago Ways, destaca la importancia del turismo rural como alternativa a los destinos tradicionales y el acierto de las infraestructuras de transporte y las campañas de promoción regional.
El informe subraya el impacto económico del Camino en las economías locales, contribuyendo a la sostenibilidad de la "España vaciada". Santiago Ways lidera la demanda de servicios de calidad, trabajando con empresas familiares para integrarlas en la era digital y ofreciendo alojamientos cómodos y experiencias personalizadas. Menoyo destaca las inversiones en la "España vaciada" que han mejorado los servicios para el peregrino.
El informe también señala desafíos como la masificación en verano (38,4% de los peregrinos entre julio y septiembre) y aboga por la promoción de temporadas bajas y la diversificación hacia rutas menos transitadas, como el Camino Inglés y el Portugués.
El análisis demográfico revela que el Camino atrae principalmente a personas entre 46 y 65 años (40,5%), seguidas de cerca por el segmento entre 18 y 45 años. Las motivaciones son variadas: un 60% busca experiencias culturales, un 25% desafíos personales o deportivos, y un 15% motivos espirituales.
Santiago Ways se destaca por su modelo de gestión basado en la innovación y el enfoque en el cliente, ofreciendo servicios de alta calidad y maximizando el impacto económico positivo en las comunidades locales. El informe concluye con un llamado a la acción para garantizar la sostenibilidad a largo plazo del Camino, promoviendo la colaboración público-privada, la modernización de infraestructuras y el uso de tecnologías para gestionar los flujos de peregrinos. Menoyo concluye que el Camino sigue siendo una experiencia diversa que combina espiritualidad, cultura y desafíos personales, y que la tecnología y la personalización permiten que más personas vivan esta travesía, generando un impacto positivo en las comunidades locales y afrontando los retos de sostenibilidad y conservación.