Ponte de Lima vive sus días más intensos con la celebración de las Feiras Novas, una de las fiestas más antiguas y emblemáticas de Portugal. Desde anoche, las calles de la villa más antigua del país se han llenado de vida, música y color, dando inicio a seis días de celebración ininterrumpida.
La iluminación especial que adorna la ciudad, junto con la alegría contagiosa de los vecinos y visitantes, crean un ambiente festivo único. Los desfiles de rusgas, grupos de gaitas y concertinas, y los tradicionales cantares al desafío inundarán las calles, contagiando al público con su ritmo y energía. Las castañuelas y otros instrumentos musicales completarán la banda sonora de estas fiestas.
Un mar de gente
Se espera que unas 600.000 personas visiten Ponte de Lima durante estos días, atraídas por la rica y diversa programación que ha preparado la organización. Gonçalo Rodrigues, presidente de la Asociación de las Feiras Novas, ha destacado la gran afluencia de público desde la apertura de la fiesta y ha subrayado el objetivo de promover la cultura, la identidad y todo lo bueno que Ponte de Lima tiene para ofrecer.
La concertina, el alma de las Feiras Novas
La concertina es el instrumento musical por excelencia de las Feiras Novas. Prácticamente en cada casa limiana hay una, lo que explica la gran afición de los vecinos por este instrumento. Los "tocadores de concertinas" animan las calles, invitando a todos a bailar y a disfrutar de la música tradicional.
Una romería de día y de noche
Las Feiras Novas son mucho más que una simple fiesta. Son una romería de día y de noche que celebra la cultura, las tradiciones y la historia de Ponte de Lima. Durante estos días, la ciudad se convierte en un punto de encuentro para personas de todas las edades, que comparten la pasión por la música, la danza y la convivencia.