jueves. 21.11.2024

En la noche del miércoles se revivió la tradición en Ponte de Lima. Los limianos y de otros municipios cercanos -como Manuel, que venía de Barcelos con el instrumento musical- cargaron con su concertina –instrumento parecido al acordeón pero de teclado con botones- y llegaron anoche 462 tocadores, como se dice.

Cenaron en Expolima y a continuación ensayaron por grupos un rato y, cuando Matilde –el símbolo limiano en homenaje a los gigantes- salió y detrás los integrantes de la Comisión de las Feiras Novas, acompañando al concejal de Feiras Novas, Gonçalo Rodrigues, y todas las concertinas, encabezando por la de la Asociación de Concertinas de Ponte de Lima, con su presidente y fundador, António Val, al frente. 

El ambiente era de alegría, divertido, de acompañar a la música durante casi una hora y media de recorrido desde Expolima por toda la zona histórica.

Las paradas eran para que el portador que llevaba a Matilde descansase unos instantes para volver con más brío a bailar por la calles de Ponte de Lima.

La gente se agolpaba a ambos lados de la calle. Los fotógrafos, aficionados y profesionales, en gran número no paraban de disparar.

Pero el momento esperado fue, a las 22.30 de Portugal, el encendido del alumbrado, precedido de unas bombas de palenque y unos breves fuegos artificiales. Todas las calles del centro histórico estaban abarrotadas de gente de todas las edades que querían presenciar el momento del encendido del alumbrado.

Ponte de Lima disfruta ya de sus fiestas más grandes hasta el martes día 12. El cortejo etnográfico se celebra el sábado por la tarde, a partir de las 16.30 de Portugal, y el domingo, cortejo histórico. El lunes la parte religiosa de Feiras Novas, ya que está dedicado a Nuestra Señora de los Dolores.

La desbordante alegría de los limianos en la apertura de Feiras Novas
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