El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, destacó hoy que la comunidad gallega está la vanguardia en la lucha contra el cambio climático y que la Xunta garantiza el equilibrio entre la protección de la naturaleza y la actividad económica a través de la primera Ley del clima de Galicia -ya en tramitación- y de la Ley de ordenación y gestión integrada del litoral, aprobada el pasado mes de julio.
Durante su intervención en el II Observatorio de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, organizado en Madrid, Rueda aseguró que el cambio climático es uno de los principales desafíos a los que se enfrenta el planeta por lo que implica a nivel social, económico y para la salud. Apeló a la colaboración del conjunto de la sociedad -ciudadanos, empresas y administraciones- para avanzar hacia un futuro más sostenible y aseguró que es posible conseguirlo sin renunciar a la prosperidad económica.
Como ejemplo, el titular de la Xunta resaltó la nueva Ley de ordenación y gestión integrada del litoral que tiene como principal objetivo garantizar el pleno equilibro entre la conservación de la costa y las actividades socioeconómicas presentes en territorio marítimo. Además, la normativa ofrece garantías jurídicas a las 4.000 edificaciones -empresas, viviendas, centros de salud o centros educativos- presentes en la costa gallega y que ponía en riesgo a actual legislación estatal. A este respecto, el presidente resaltó la sostenibilidad como responsabilidad de todos los departamentos autonómicos gallegos.
A LA VANGUARDÍA EN LA LUCHA POR EL CAMBIO CLIMÁTICO
En su participación en este foro sobre sostenibilidad, Rueda resaltó el trabajo realizado desde hace años a favor de una comunidad más verde y sostenible que sitúan a Galicia a la vanguardia en la lucha contra el cambio climático.
En esta línea, resaltó que Galicia va a contar con su primera Ley del clima para reforzar todas las medidas adoptadas hasta ahora. El objetivo es blindar por ley la lucha contra el cambio climático para fijar que todas las medidas que adopte la Administración autonómica tengan en cuenta su huella en medio ambiente para optar por la vía más sostenible así como darle rango legal a uno de los compromisos de la Xunta: conseguir la neutralidad climática en Galicia. Rueda aseguró que esta Ley va a poner “negro sobre blanco” y advirtió que “no hay excusa para no cumplir”.
Hay que recordar que el anteproyecto de Ley del clima se abrió la información pública este verano y en la actualidad se están analizando todas las sugerencias y alegatos presentados para enriquecer el documento.
La futura normativa se enmarca en la hoja de ruta que sigue el Gobierno autonómico desde hace años a favor de proteger el medio ambiente y avanzar cara una Galicia más sostenible como Alianza Gallega por el Clima a la que ya pertenecen 77 organismos -entre empresas, universidades o entidades-, el Pacto de las Alcaldías por el Clima y la Energía -a lo que ya están adheridos el 91% de los ayuntamientos gallegos (285)-, la nueva Estrategia de Economía Circular del Sergas, el fomento de la movilidad sostenible- con sendas peatonales y descuentos en el transporte público- o el apoyo al tejido empresarial durante la doble transición digital y energética por la que atraviesa.
Rueda incidió en la importancia de marcar unos objetivos “con sentidiño”, en referencia a planificar “hacia el futuro” e “intentar rectificar errores” en esta materia. El presidente habló de los avances de Galicia con las energías renovables, situando la comunidad gallega como ejemplo de referente hacia un “futuro verde”. En este siendo, destacó el dato de que el 70% de energía que se consume en Galicia ya procede de energías renovables y queremos “seguir”.
Para concluir, el titular de la Xunta señaló los avances en infraestructuras y movilidad y recalcó que se hará “todo el posible” por que el servicio por ferrocarril sea “una estructura de futuro”. En el ámbito turístico, resaltó la apuesta de Galicia por el respeto al medio y a la conservación y protección de las zonas aun no masificadas. Finalmente, ante todos estos retos, se mostró esperanzado de que se está “ante un proceso lento, pero imparable”.
