“Lo que vemos en las series y en las películas es el solomillo del periodismo”, afirmó Juan Capeáns, periodista de La Voz de Galicia. Esta fue su respuesta en el panel de periodistas, titulado ‘¿Cómo se ve reflejada su actividad real en la ficción de televisión y cine?’, que moderó Caludio Sánchez de la Nieta, analista y crítico de series y cine. Capeáns, al igual que Alberto Varela de Cope Galicia, no se veía en la ficción reflejando sus rutinas diarias.
La jornada fue organizada por la Asociación de Periodistas de Galicia (APG), la Universidad de Santiago (USC) y el Colegio Mayor La Estila. ‘Periodismo y Ficción’ analizó cómo se refleja el ejercicio del periodismo en las películas y series de ficción, así como cuál es la representación de la profesión que se traslada a la audiencia.
Por su parte, José Ramón Pousa, decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la USC, establecía un contraste entre el oficio más bonito del mundo, que decía Gabriel García Márquez, y la actual percepción de la sociedad. Pousa señaló que el 87% de los periodistas se consideran muy mal valorados por la sociedad, según una encuesta de la Asociación de Periodistas de Madrid. “En el cine, los periodistas parecen ser héroes o villanos. En estos momentos el cine está siendo crítico con la profesión”.
Otra de las componentes del panel, Susana Luaña, del Gabinete de Comunicación de la Xunta de Galicia, veía “espectáculo” tanto en la ficción como en el periodismo. Luaña no cree que la ficción represente al periodismo “ni creo que me tenga que representar”. Es normal para esta periodista que los que están en el espectáculo sean los principales protagonistas de las series o películas. En las películas de acción, siempre hay un periodista, al igual que un policía o un piloto de aviación o un bombero. “Hay profesiones más cercanas al espectáculo. Es lógico que la ficción se base en esos personajes”.
La ficción representa “de forma parcial y maquillada” al periodismo y concretamente en aquellos en los que resulta interesante”, dijo Alejandro López, de la CRTVG.
Alberto Varela admite que hay ficción que se acerca más a la forma de trabajar periodística. Los personajes en los que se basa la ficción sí se parecen.
Capeáns se preguntó si se puede saber de periodismo viendo películas de periodistas. “No. Los periodistas somos útiles para narrar”.
GUIONISTAS
A la pregunta del Panel de Guionistas: '¿Cómo ven la actividad de los periodistas para las historias de ficción?, moderada por Rosa Vilas de TVG.
Para Araceli Gonda, periodista y guionista de la película ‘Cuñados’, la profesión de guionista no puede responder a una línea de la realidad. Las profesiones dependen de las personas. En la ficción hay que utilizar el personaje que convenga para contar la historia. Tampoco se puede generalizar…Por otro lado, el periodismo ayuda a contar la historia, a estar más en contacto con la gente…y a tener una visión del mundo, utilizando un lenguaje muy próximo a la gente…Por eso Gonda, a la pregunta de si representa, contesta a la gallega con un “según los casos”.
El interés por los personajes es lo que destaca Víctor Sierra, ex periodista y guionista de series de televisión. En la ficción “interesan más los personajes. Contamos desde un punto de vista muy diferente al periodismo, aunque pueda haber coincidencias”.
Lidia Fraga, profesora de Guión y guionista de series de televisión, señala que trabajo la mayoría de las veces como guionista de thrillers. Sus personajes son de dos tipos: el que busca la verdad, un poco idealista; o el personaje obstáculo dentro de la búsqueda de la verdad. En otro sentido, “casi todas las series son una idealización de la realidad. No es nuestra función contar las cosas tal como son. Sí hacer un relato lo más próximo posible a la realidad. Para ello está la labor de documentación”.
El otro miembro del panel, Carlos Portela, se refiere a las problemática de tiempos y de espacios. Los tiempos de las secuencias…”Por eso las series nunca están pegadas a la realidad”, afirma. Y añadió que no se cuenta lo bueno, sino conflictos y problemas. Los favoritos de la gente son los malos.