El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, anunció hoy que el Gobierno gallego creará un novedoso mercado voluntario de créditos de carbono para que “las empresas y los ciudadanos puedan compensar sus emisiones” y contribuir en la lucha contra el cambio climático al financiar proyectos sostenibles que persigan estos objetivos.
El Consello evaluó en su reunión de hoy el proyecto de decreto por el que se regula el Sistema de créditos de carbono de la Xunta de Galicia y se acuerda iniciar su tramitación. Esta norma permitirá la creación de un mercado voluntario de créditos de carbono propio de nuestra comunidad, una iniciativa en la que están implicadas la Vicepresidencia segunda y Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda y la Consellería de Medio Rural.
Esta plataforma servirá de nexo entre las personas operadoras o grupos de operadoras, que actuarán como promotoras de los proyectos de absorción de carbono en los mercados voluntarios y aquellas compensadoras. Estas últimas -organizaciones públicas y privadas, o incluso ciudadanos- son las que adquieran o utilicen créditos de carbono, bien sea como personas intermediarias o bien como agentes finales con el fin de compensar sus emisiones y caminar hacia neutralidad.
“Es decir, se trata de un sistema en el que ganaderos y silvicultores podrán ofrecer proyectos que reducen emisiones o absorben CO2 en los que podrán participar, mediante la cofinanciación, aquellas empresas que quieran compensar su huella de carbono”, explicó el presidente.
Con la tramitación del decreto se inicia un proceso que, una vez entre en vigor esta norma y se ponga en marcha a plataforma de comercialización, permitirá que se puedan comprar y vender créditos de carbono en Galicia. Y todo a través de un sistema auditado, transparente y con el aval de la Xunta, ofreciendo garantía y legitimidad a los posibles compradores, que pueden ser organizaciones públicas y privadas, mismo ciudadanos, que busquen compensar su huella de carbono.
Este nuevo sistema incorporará metodologías pioneras en España y con escasos precedentes en Europa, y ofrecerá en nuestro país una alternativa al comprado voluntario del Gobierno central, que apuesta por registrar terrenos afectados por el fuego.La Xunta desea incidir en metodologías relacionadas con la gestión forestal sostenible, en la reducción de la huella de carbono en la nueva edificación o en la reducción mediante la aplicación de nuevas prácticas agroganaderas. Herramientas innovadoras como el Inventario Forestal Continuo o el proyecto SICLE (soluciones innovadoras para la compensación local de C02), serán piezas fundamentales que avalarán la garantía y transparencia de este sistema.
OBJETIVOS DEL SISTEMA
En el texto legal evaluado hoy por el Consello se señala que entre los objetivos de este sistema están el de contribuir a la mitigación de gases de efecto invernadero, a la descarbonización de la economía en el territorio autonómico y al cumplimiento de los compromisos autonómicos, nacionales, europeos e internacionales asumidos por Galicia.
“Este sistema será un modo de fomentar la concienciación social sobre la importancia de cuidar nuestros entornos y crear una nueva fuente de ingresos a silvicultores o ganaderos de Galicia” para que complementen a sus rentas actuales, indicó el presidente que aseguró que en el caso de las empresas, les permitirá comprar créditos de carbono certificados y, de este modo, conseguir objetivos de neutralidad llave para su futuro en determinadas producciones y mercados, además de manifestar su compromiso con el medio ambiente.
Se trata, en resumen, de servir como instrumento para la conservación del medio ambiente, del medio natural y del medio rural y de fomentar un modelo económico de capital natural a través de proyectos de negocio con efectos positivos para el mar, la naturaleza y la biodiversidad. También, de avanzar en la prevención y defensa contra los incendios forestales, en la protección frente a catástrofes naturales, en la mitigación y/o adaptación contra el cambio climático y en la creación del empleo endógeno, colaborando al aumento de la calidad de vida y el desarrollo de la sociedad en medio rural.
Para que los mercados voluntarios consigan sus objetivos tienen que cumplir una doble condición. Para ser admitidos cómo oferta en un mercado voluntario, los proyectos deben proporcionar adicionalidad, es decir que la actividad que se desarrolle suponga un incremento en la reducción o absorción de carbono respeto al proceder de manera común, ese incremento o adición es lo que se puede comercializar en estos mercados voluntarios, además, este carbono secuestrado no puede estar inscrito en otros sistemas voluntarios de carbono, evitando de este modo la doble contabilidad.
Mediante este decreto se facultará a la Xunta para crear un comité técnico integrado por un representante de cada consellería con competencias en el desarrollo de proyectos susceptibles de absorber carbono o de reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Este órgano, del que también podrán formar parte expertos y representantes de otras administraciones o entidades privadas relevantes en este tipo de proyectos, tendrá como función informar técnicamente sobre las diferentes metodologías del sistema voluntario de créditos de carbono a aprobar, revisar, actualizar o revocar.
CRÉDITOS DE CARBONO ECO
Tal y como explicó el presidente, el nuevo Sistema voluntario de créditos de carbono diferencia dos tipos de créditos, los créditos de carbono estándar (contabilizan toneladas de CO2 equivalente absorbidas o reducidas) y aquellos créditos de carbono denominados ECO, incluidos en proyectos que a su vez generen beneficios en el referente a la conservación del mar, del medio ambiente, a la naturaleza; a la biodiversidad; a la prevención y defensa contra los incendios forestales, al fomento de la madera con usos de vida largos y al desarrollo de la población rural. Se pretende, de este modo, que estos créditos de carbono que añadan servicios ecosistémicos y sociales consigan un mayor precio de transacción en su venta.
La Xunta, dentro de su compromiso de conseguir la neutralidad climática, a más tardar en el año 2040, está en la línea de fomentar el desarrollo sostenible del territorio. Esto, impulsando entre otros los proyectos que contribuyan a absorber carbono como medida para compensar las emisiones de gases de efecto invernadero que se producen en otras actividades, aprovechando su capital natural, como las masas forestales, la agricultura y la acuicultura para generar el apoyo a la renta en medio rural.
La Ley de promoción de los beneficios sociales y económicos de los proyectos que utilizan los recursos naturales de Galicia, actualmente en tramitación, regula el mercado de créditos de carbono de la Xunta, estableciendo que la operación del Sistema voluntario de créditos de carbono se desarrollará reglamentariamente mediante decreto del Consello.
Por su parte, la Ley de montes de Galicia establece que la realización de negocios jurídicos que tengan como objeto la cesión o mantenimiento del dióxido de carbono, presente o futuro, almacenado nos montes se considerará como un aprovechamiento forestal. En este contexto, anuncia la potestad de la Xunta para la creación de un mercado voluntario de carbono que permita la participación de diversos agentes.
PLAN FORESTAL
En la misma línea, la revisión del Plan forestal de Galicia 2021-2040, hacia la neutralidad carbónica establece la creación de un programa de gestión forestal activa para el incremento de la capacidad de fijación de carbono y la resiliencia de las masas forestales al cambio climático, en coherencia con la integración en la política forestal de los objetivos de la acción internacional sobre cambio climático. De este modo, se proponen fomentar la gestión forestal activa para la mejora y el incremento de la capacidad de fijación de carbono de las masas forestales, y la mitigación y adaptación al cambio climático de los montes gallegos como infraestructuras verdes mediante líneas de fomento de prácticas de silvicultura adaptativa.
Todo este contexto legislativo permite la organización inmediata de este mercado voluntario. La experiencia extraída de esta primera línea de acción permitirá su réplica en las otras actividades consideradas como de alto potencial de secuestro de carbono.
Hace falta añadir que esta iniciativa del mercado voluntario de créditos de carbono está vinculada con los esfuerzos que viene haciendo la Xunta en esta materia a través del ya mencionado proyecto SICLE, la Estrategia Gallega de Cambio Climático y la Ley del clima de Galicia.
EMPLEO DE MATERIALES ALTERNATIVOS EN LA CONSTRUCCIÓN
Este mercado de créditos de carbono se alinea con el fomento de la madera en la construcción, sector en el crece el interés por otros materiales estructurales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero dentro de una estrategia de mitigación del cambio climático.
Este secuestro de carbono atmosférico en la madera y el efecto substitutivo por acero/hormigón en países nórdicos (Noruega y Finlandia) así como en Bélgica ya se están implantado desde el año 2019 mercados de carbono voluntarios basados en la incorporación de elementos de madera que posean largos ciclos de vida (estructural), denominados Carbonated building elements o Wooden building elements. Esta monetización de las toneladas de CO2 equivalente secuestradas en la madera de elementos constructivos sería una solución realista ante el sobrecosto existente en la fase de construcción. Los precios que refieren las promotoras de estos sistemas de créditos voluntarios de carbono varían actualmente en el entorno de la 26 € por tonelada de CO2 equivalente.
Siguiendo en esta línea, centrada en la reducción de estas emisiones, hasta un 20% de las edificaciones promovidas por el Gobierno autonómico emplearán madera en su estructura, un porcentaje que se introducirá de manera gradual a partir de 2024. Esta apuesta se consolida con la convocatoria de 2 millones de euros para incentivar la construcción en madera en el ámbito privado que previsiblemente se había publicado en el primer trimestre del año 2024.