El conselleiro do Mar, Alfonso Villares, reclama que se produzcan avances en la negociación que se mantiene en el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea que debe fijar los totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas para 2024 en aguas comunitarias, pues de momento son escasos frente a la propuesta inicial presentada por la Comisión Europea. El objetivo de Galicia es que su flota pueda disponer para el año próximo de unos cupos que garanticen un futuro sostenible también en los ámbitos social y económico, en equilibrio con las recomendaciones científicas y el respeto ambiental. La apuesta no debe ser, dijo, limitar los recortes o mantenerse, sino “poder pescar más”.
El titular de Mar, que acompañado del director xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnológica, Antonio Basanta, está siguiendo junto al sector desde Bruselas los debates a pesar de no formar parte de la delegación negociadora española -compuesta por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Gobierno valenciano en representación de las comunidades autónomas-, manifestó su esperanza de que se pueda conseguir un acuerdo positivo para la flota gallega, aprovechando la oportunidad que supone la presidencia española del Consejo de la UE para mejorar la propuesta y así conseguir los objetivos marcados que permitan atender a las necesidades de la flota y garantizar su futuro.
Alfonso Villares volvió a poner en valor el esfuerzo de la flota gallega, una de las más sostenibles y de las que mejor pesca del mundo, en base a criterios medioambientales pero también respetando los recursos y las condiciones laborales.
En esta jornada se produjeron encuentros con representantes del sector pesquero y con la secretaria general de Pesca, Isabel Artime. Además, se mantiene un contacto directo con el conseller valenciano, José Luis Aguirre, que participa en la cumbre dentro de la delegación negociadora española que lidera el ministro Luis Planas. Se puso de manifiesto que entre los aspectos positivos están algunas tasas plurianuales, vieja demanda gallega, que permitirán mejor gestión de la actividad pesquera. Sin embargo, se mantiene la desconfianza por el hecho de que las propuestas para alguna de ellas se generen en base a un recorte importante, como puede ser el caso del abadejo en la zona del Cantábrico. Esta especie es, junto con el lenguado y el merlán, también de interés para la flota gallega, algunas de las que parecen centrar las principales discusiones en la cumbre.
Desde la Xunta se aportó tanto al sector como al Ministerio toda la información sobre las pesquerías de relevancia para Galicia con el objetivo de conseguir elevar finalmente la capacidad de capturas que se recoge en el documento con la propuesta inicial que trasladó la Comisión Europea y es la base de la negociación.
Por ejemplo, Galicia pide que se atienda al impacto de los recortes y el cierre en el jurel del Cantábrico y Gran Sol, que supusieron un golpe de 11 millones de euros al sector y en especial a la flota de cerco. Esta afición fue trasladada a la Secretaría General de Pesca del Ministerio para que pudiera contar con ella en el proceso negociador. También se reclamó que se realice el estudio por zonas que se comprometió la pasada campaña, que no se hizo y podría resultar determinante para poder establecer TAC diferentes según las áreas.
También se reclamó que se reconozca el papel que algunos Estados miembros, como es el caso del español y especialmente Galicia y alguna otra comunidad autónoma, están haciendo en lo relativo a la anguila, pues no todos tienen el mismo nivel de ordenación y gestión de la pesquera, y también deben reconocer el impacto socioeconómico que tiene en casos como el gallego. Esta especie pasó a estar desde este año sometida a dos vedas trimestrales, cuando antes era de tres meses.