El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, destacó hoy en la rueda de prensa de Consejo que la Xunta ha dado un impulso definitivo a la apuesta por una Galicia más verde con dos nuevas herramientas: la Ley de residuos y la Estrategia de economía circular.
En un primero término, Feijóo aseveró que con la Ley de residuos, Galicia se sitúa a la cabeza de las comunidades en integrar en su normativa el contenido de la directiva en materia de plásticos al fijar mecanismos para luchar contra el plástico de un solo uso y contra el desperdicio alimentario. “Apostamos incluso, en algunos aspectos, por objetivos más ambiciosos que la normativa europea”, dijo, refiriéndose al incremento progresivo de la cantidad de residuos domésticos y comerciales destinados a la preparación para la reutilización o reciclaje y que, en su conjunto, en 2020 deberán alcanzar un 55%; y al reciclaje de residuos de envases con la previsión de que en 2025 se recicle el 65% del peso de todos los envases y el 70% en 2030.
Entre otras muchas medidas, y a modo de ejemplo, el titular de la Xunta destacó que la nueva norma obliga a los servicios de restauración a entregar las fracciones sobrantes de comida no consumida a los clientes en recipientes que no sean de un solo uso, además de prohibir la entrega gratuita de bolsas de plástico y la venta de vajillas de plástico de un solo uso.
En esta misma línea, el titular de la Xunta avanzó una dotación de 25 millones de euros para la construcción de 3 nuevas plantas públicas para biorresiduos domésticos, y precisó que los ayuntamientos deberán instaurar la recogida separada de los biorresiduos municipales a finales de 2023, y en 2024 la recogida de residuos textiles y residuos peligrosos de origen doméstico.
Como prueba del compromiso con una Galicia más verde, Feijóo recordó que la Administración autonómica puso en marcha, por ejemplo, la reforma de San Caetano: con más de 1.100 ventanas aisladas con madera de castaño, con una nueva envolvente térmica y con una nueva iluminación led.
En este sentido, recordó el compromiso de convertirnos en la primera administración 100% sostenible. Para lograrlo, destacó la apuesta por medidas como: el uso de áridos reciclados en la construcción de infraestructuras; el empleo de suelos artificiales para los equipamientos infantiles que reforme o construya la Xunta; el uso prioritario de materiales de oficina de origen reciclado; el fomento del uso e instalación de fuentes de agua en detrimento de las botellas de plástico; la recogida separada de los residuos; y el impulso del empleo de energías limpias.
El presidente del Ejecutivo autonómico concluyó resaltando que la Estrategia de cambio climático y energía, la Ley de residuos y la Estrategia de economía circular son tres instrumentos que convierten a Galicia “en una de las regiones de la Unión Europea más avanzadas”; “desde luego, desde el punto de vista legal, incontestablemente”, dijo.
“Está muy bien hablar de clima, pero hay que concretar las propuestas y las respuestas, y sobre todo hay que legislar; porque hablar es fácil, pero legislar, aprobar, concretar, periodificar y planificar requiere mucho trabajo, no improvisado, sino durante los últimos años”, abundó.
Por su parte, la conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez, destacó que la aprobación por parte del Consejo del proyecto de Ley de residuos y de la Estrategia de economía circular sitúan a Galicia en la vanguardia de las regiones que se alejan del modelo basado en el trinomio extraer, usar y tirar, y avanza hacia la economía circular, abastecedora de empleo verde.
En esta línea, destacó que la sociedad gallega tiene hoy herramientas a su alcance para hacer frente a dos grandes retos a nivel global, como son la lucha contra el plástico de un solo uso y reducir el desperdicio alimentario.
Ángeles Vázquez, a modo de conclusión, recordó que dos meses antes el Gobierno gallego también presentó la Estrategia gallega de cambio climático y energía, por lo que los tres documentos cierran el círculo para potenciar la gestión de los residuos, priorizando la prevención, la preparación para la reutilización y el reciclaje.