La directora xeral de la Axencia Galega de Desenvolemento, Inés Santé, puso en valor esta mañana en la Comisión 7ª del Parlamento el Bono Activa Rural del programa Leader, una nueva forma de fomentar el empleo en el rural. Así, explicó que se trata de una novedad destinada a la creación y puesta en marcha de actividades agrícolas en zonas rurales.
De esta forma, los grupos de desarrollo rural podrán recoger en sus respectivas estrategias la posibilidad de conceder este bono, que consiste en una ayuda de hasta 18.000 euros en dos anualidades, con el deber de mantener la actividad durante por los menos cinco años y el cumplimiento del plan empresarial presentado.
Además de esta novedad, la directora general explicó que el nuevo programa Leader 2023-2027 contempla otras iniciativas, tales como nuevas posibilidades de ayudas en proyectos del ámbito agrario, en iniciativas de transformación y comercialización de productos agrarios y todas aquellas inversiones que estén vinculados a los instrumentos de movilización o recuperación de tierras. En concreto, podrán beneficiarse actuaciones de mejora de la biodiversidad y la conectividad ecológica y pequeños proyectos de actividades agrarias que no sean susceptibles de otras ayudas.
En este sentido, Santé señaló que esta novedad permitirá financiar proyectos orientados al aprovechamiento agrícola, ganadero o forestal de la tierra, como son los polígonos agroforestales, las agrupaciones y actuaciones de gestión conjunta y los proyectos de ordenación productiva de las aldeas modelo. Asimismo, también se incluyen aquellas iniciativas destinadas a mejorar la calidad de vida de la población rural, como son los planes de dinamización del núcleo rural de las aldeas modelo.
Durante su intervención, la directora xeral recordó que Galicia fue de las primeras comunidades autónomas en poner en marcha el proceso de selección de los nuevos grupos de desarrollo rural para este nuevo período del Leader, dándoles más tiempo a estas entidades para la elaboración de sus estrategias, con el objetivo de que habían ganado en calidad y con el mayor grado posible de participación de la población.
Asimismo, Santé señaló que los 24 grupos de desarrollo rural dispusieron del triple de presupuesto que tuvieron en el período anterior para elaborar sus estrategias, dotándolos la cada uno de una subvención de 35.000 euros para tal fin, es decir, un presupuesto conjunto de 840.000 euros frente a los 320.000 euros del año 2016. “Buscamos estrategias de desarrollo local ambiciosas y de gran calidad que habían podido ofrecer una respuesta idónea a las necesidades de los respectivos territorios rurales de Galicia”, destacó.
Para eso, se consiguió una coordinación entre las 24 estrategias y las universidades de Santiago de Compostela y de Vigo, mediante un convenio suscrito con la Asociación de grupos de desenvolvemento rural de Galicia. De esta forma, la USC prestó su experiencia en estudios relacionados con la ordenación y planificación sostenible de tierras, mientras que la UVigo aportó ideas relacionadas con la economía y gobernanza pública, economía circular y negocios familiares.
MODIFICACIÓN AYUDAS A LA TRANSFORMACIÓN
El director xeral de Gandaría, Agricultura e Industrias Agroalimentarias, José Balseiros, aclaró la modificación llevada a cabo por la Xunta en la orden de ayudas para la transformación y comercialización de productos agrarios. En este sentido, señaló que este cambio buscó no perjudicar los beneficiarios haciéndoles perder ayudas con un importe hasta diez veces superior a las sanciones que se les podrían imponer.
El director general aclaró que, en un primero momento, la Consellería incluyó en la convocatoria de estas aportaciones el condicionante de no poderlas recibir en el caso de estar afectados los solicitantes por sanciones graves o muy graves, en base al previsto en la Lei da cadea alimentaria. Sin embargo, analizadas al por menor estas sanciones, se advirtió que dentro de las de carácter grave se imponían de manera mayoritaria las más bajas y que procedía la modificación de la orden de aportaciones por la falta de proporcionalidad. Así, en la mayoría de los casos -el 77 %- la sanción se situó entre 1800 y 3001 euros, mientras que el 84 % de los beneficiarios de las ayudas de comercialización en las dos últimas convocatorias de 2020 y 2022 percibieron más de 30.000 euros y la mitad de ellos más de 100.000 euros.
Por lo tanto, incidió Balseiros, se constató la desproporción que supondría el mantenimiento de este requisito en la regulación de las ayudas, ya que constituiría una penalización excesiva y carente de la requerida proporcionalidad para la infracción cometida.
APUESTRA FRONDOSAS AUTÓCTONAS
Por su parte, el director xeral de Planificación e Ordenación Forestal, José Luis Chan, dio cuenta de la apuesta del Gobierno gallego por las frondosas autóctonas en general y por el castaño en particular. Además, matizó que la relación mantenida en estos últimos años con el Centro de desenvolmento agroforestal de Riós -gestionado por el Ayuntamiento de Riós entre los años 2016 y 2022- fue exclusivamente para el apoyo y desarrollo de diferentes líneas de fomento y de gestión del castaño, así como de otras frondosas en general.
Así, la Consellería de Medio Rural destinó desde el año 2020 un total de 5,36 millones de euros en el control de enfermedades y plagas del castaño en las provincias de Lugo y Ourense, centrándose en los tratamientos contra el cáncer y la avespiña del castaño.
En cuanto a las distintas órdenes de ayudas, José Luis Chan explicó que son varias las que buscan impulsar la plantación de frondosas autóctonas, tales como la orden para la creación de superficies forestales con la que se invirtió algo más de un millón de euros desde el año 2020 para trabajar en una superficie de casi 500 hectáreas. Por su parte, la orden para el fomento de plantaciones de castaño para fruto y para la regeneración de castañares tradicionales supera los 3,5 millones de euros en la presente convocatoria para actuar en casi 600 hectáreas de superficie.
En lo tocante a la investigación, el director xeral señaló que nos últimos cinco años se reforzó el programa de mejora genética del castaño centrándose en la conservación y mejora de los genotipos de castaño para madera, consiguiendo nuevos híbridos con mayor resistencia a diversas enfermedades.