lunes. 16.09.2024

La vuelta a la rutina tras las vacaciones suele ir acompañada del deseo de adoptar hábitos más saludables. Sin embargo, la gran variedad de productos y la agresiva publicidad alimentaria dificultan tomar decisiones informadas. Aprender a leer las etiquetas nutricionales es fundamental para no caer en las trampas del marketing y optar por alimentos que realmente nos nutran.

¿Qué esconde una etiqueta?

Según Luis Cañada, responsable de estudios nutricionales de FITstore.es, uno de los errores más comunes es centrarse únicamente en las calorías o restringir ciertos alimentos sin considerar su calidad. La clave está en leer detenidamente las etiquetas y comprender la información que nos ofrecen.

Consejos para interpretar las etiquetas:

  • La lista de ingredientes es la clave: Prioriza los productos con ingredientes naturales y evita aquellos con largas listas de aditivos y azúcares añadidos.
  • Más allá de los 100 gramos: Fíjate en el tamaño de la porción, ya que los valores nutricionales por 100 gramos pueden ser engañosos.
  • Las calorías no lo son todo: Considera la calidad de los nutrientes y no te obsesiones únicamente con las calorías.
  • Cuidado con los reclamos: Términos como "high protein" o "rico en fibra" no siempre garantizan un producto saludable. Es importante analizar la composición nutricional completa.
  • Desconfía de los productos "light" o "diet": Estos productos pueden contener ingredientes ocultos que no son beneficiosos para la salud.
  • Evita las grasas trans y los jarabes de glucosa-fructosa: Estos ingredientes están asociados con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.

Más allá de la etiqueta: un estilo de vida saludable

Leer las etiquetas es un primer paso, pero una alimentación saludable va más allá. Combinar una dieta equilibrada con ejercicio regular es fundamental para mantener un buen estado de salud.

En resumen, la información que encontramos en las etiquetas nutricionales es una herramienta valiosa para tomar decisiones informadas sobre nuestra alimentación. Al prestar atención a los ingredientes, las porciones y los reclamos publicitarios, podemos elegir alimentos que nos ayuden a alcanzar nuestros objetivos de salud y bienestar.

Sé un consumidor informado: Aprende a leer las etiquetas y toma decisiones saludables.
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