Pinturas, esculturas y retratos, conforman la exposición patente en las Salas de la Residencia de Artistas "Artistea", del municipio de Ponteareas, que se pueden contemplar desde las10h00 hasta las13h30 y desde 17h00 hasta las 21h00 todos los días de la semana, excepto los domingos.
Rafael Sánchez, historiador, el mismo que fue el que puso en marcha una de las primeras exposiciones en el municipio, se encargó de nuevo junto con Antón y Pilar Quinteiro, hijos del artista, para inaugurar en esta ocasión, una muestra que se clausurará el próximo 21 de diciembre.
Durante e acto de la inauguración Rafael Sánchez, el autor de "Alfonso Quinteiro, un talento na sombra", recordó el momento que había conocido la plástica del pontareano, escultor y pintor "quedé impresionado cuando me mostró los dibujos y esculturas que tenía en su casa, así como los bocetos que guardaba de su etapa en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando".
Gonzalo Fernández, responsable de la Biblioteca Municipal, fue el guía de la muestra mientras que los hijos del artista, Pilar y Antón Quinteiro, dieron muestras de agradecimiento a todas aquellas que han dejado las obras para llevar a cabo la exposición, mientras que Ricardo Gonzalez, concejal manifestó el broche de oro que supone el programa de la conmemoración del nacimiento del pintor .
Alfonso Quinteiro (Ponteareas 1924-Ourense 2008), desde niño tuvo clara su vocación, modelar piedra para darle vida en el taller de marmolería de su padre, en Ponteareas, saliendo de sus manos el "Ermitaño", su primera obra en 1938, una descomunal cabeza de piedra y dos años más tarde,1940, participa junto a su amigo de la infancia, el pintor Rogelio Lorenzo en su primera exposición.
La Diputación de Pontevedra en 1942, le concede una pensión para estudiar Bellas Artes en Madrid y gracias a sus grandes dotes para la escultura, el profesor Pérez Comendador, lo eligió como ayudante, trabajo que compaginó con los estudios.
El Premio Madrigal y la beca Carmen del Rio la obtuvo en 1946 y tras su etapa de formación se establece en Ponteareas y finales de 1946 se presentó al concurso que la ciudad de Tui dedicó al Padre Salvado. Su maqueta fue la elegida, compitiendo con Francisco Asorey.