El obispado hizo público el nombramiento de un nuevo vicario parroquial para la parroquia del Inmaculado Corazón de María en la ciudad de Vigo: el sacerdote claretiano Antonio Gálvez, CMF, que llega a la diócesis de Tui-Vigo tras la marcha del religioso Abel Pino, CMF, a quien su congregación ha destinado como párroco a la parroquia homónima que la congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María —claretianos— tiene en Logroño.
Durante la pasada semana, tanto la parroquia en la que ejerció como vicario, como la delegación de Pastoral Juvenil y Universitaria —de la que fue subdelegado—, como sus compañeros sacerdotes han organizado diferentes actos de despedida con el padre Abel Pino, que, después de 6 años, finalizó su etapa en tierras gallegas y acoge esta misión que le encomienda su congregación con «ilusión, porque me estrenaré como párroco», pero «con el corazón arrugado, porque seis años es poner el corazón en muchas situaciones».
Sobre Antonio Gálvez, CMF
Nacido en Ariza (Zaragoza), ingresó en el postulantado de la congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María en Alagón en 1961. En 1974, realizó su profesión perpetua y, al año siguiente, tras finalizar sus estudios en Teología, fue ordenado sacerdote.
Antes de llegar a Vigo, fue destinado a la comunidad claretiana de La Ermita (Valencia), como párroco de San Vicente. Ha sido miembro del Consejo Provincia de Apostolado y ha desempeñado un importante papel en la confección de los proyectos de vida y misión de la Provincia. Además de párroco en diversas parroquias de España, ejerció como prefecto del Seminario Menor y delegado de Pastoral Vocacional de Requena y, más tarde, como director del Colegio Menor de Catalayud.
