La Asociación de Pescadores del Río Miño ha alzado su voz para denunciar la difícil situación que atraviesa el sector debido a las restrictivas normativas de pesca y a los vertidos de agua del embalse de Frieira por parte de Naturgy.
Según la asociación, las actuales normativas impiden el normal desarrollo de la pesca tradicional de la lamprea, una actividad centenaria en la zona. Además, cuestionan la justificación de que la población de lamprea esté en retroceso, ya que según datos oficiales de la Cofradía de Pescadores, en la campaña 23/24, con la reducción de días de pesca a la mitad, se capturó un 22% más de lamprea que en la campaña anterior.
"El año pasado nos redujeron un 50% los días para poder pescar y sin embargo se pescó un 22% más de lamprea. Pez en el río hay, la cuestión es que las administraciones nos faciliten las condiciones para poder ejercer nuestro trabajo", afirman desde la Asociación de Pescadores.
Otro factor que dificulta la pesca son las condiciones meteorológicas adversas y los vertidos de agua del embalse de Frieira por parte de Naturgy. Estos vertidos, según los pescadores, arrastran a los peces y les impiden entrar en el río, obstaculizando su trabajo.
Ante esta situación, los pescadores solicitan a la Comandancia Naval del Miño que se habiliten nuevos días de pesca para compensar las pérdidas económicas ocasionadas por las inclemencias meteorológicas. También reclaman el derecho a ejercer los 30 días de pesca que les permite la ley, tal como se acuerda en el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea.
"En Euskadi, Asturias o Francia los pescadores de lamprea pueden anular y cambiar los distintos días de pesca en función de inclemencias meteorológicas avisando 24 horas, no entendemos que los pescadores del río Miño seamos europeos de segunda, tenemos que tener los mismos derechos todos. No se le puede pedir a los pescadores gallegos que ejerzan su trabajo con alertas naranjas y los otros europeos puedan cambiar los días de pesca para trabajar con seguridad", denuncian.
La asociación también critica la actitud de Naturgy y sus vertidos de agua "indiscriminados" que modifican el caudal del río "cuando ellos quieran". Además, muestran su preocupación ante el anuncio de la construcción de un nuevo embalse en el Miño por parte de Naturgy, un proyecto que, según los pescadores, "pondrá más impedimentos y barreras a los peces migradores" y provocará "más erosión" debido a los vertidos.
Los pescadores del Miño exigen que se les permita desarrollar su actividad tradicional en condiciones justas y que se tengan en cuenta sus necesidades y las particularidades del río Miño.